Bólidos bajo la lluvia en Arcade

Medio centenar de competidores se deslizaron a toda velocidad por las cuestas

I. L. M.

Impulsada por la Asociación Veciñal e Cultural Pozovello, con la colaboración del Concello de Soutomaior, ayer tuvo lugar en Arcade de Riba la XVIII Baixada de Carrilanas, una cita puntuable para el Campeonato Galego de Deportes de Inercia que congregó a más de 50 competidores, algunos llegados desde fuera de la comunidad.

Bólidos bajo la lluvia en Arcade

Descenso por una de las curvas. / JAVIER TENIENTE

Divididas en las modalidades de rodamientos, madera, drift trike, neumáticas y “libre”, las carrilanas se deslizaron a toda velocidad por las cuestas de Soutomaior, sobre un recorrido de 900 metros generoso en curvas, concretamente entre A Peneda y el barrio de A Feixoeira.

Bólidos bajo la lluvia en Arcade

Una de las 50 carrilanas que compitieron. / JAVIER TENIENTE

A las 11.30 horas dieron inicio los entrenamientos y la prueba arrancó las 16.30 horas, bajo una lluvia que por momentos fue algo intensa. Los bólidos, pese a todo, cumplieron con las expectativas de espectáculo y emoción, ante la mirada de cientos de vecinos y de los miembros del dispositivo de seguridad que amparó a los velocistas. Los más rápidos completaron el tramo en poco más de un minuto.

La Asociación Pozovello rescató antes de la pandemia esta competición de carrilanas después de años sin celebrarse en Soutomaior, pese a su arraigo popular. A través de talleres de construcción de bólidos ha inoculado la afición entre los más pequeños. Como novedad, esta vez añadió a las carreras una zona “gastro” y tras la entrega de premios, actuaciones musicales.