Portugal volverá a abrir su frontera con España el 1 de mayo. Así lo acaba de anunciar la noche de este jueves el primer ministro, Antonio Costa, tras la reunión del consejo de ministros donde se decidió la última fase del desconfinamiento en el país vecino.

Costa anunció que la reapertura de la frontera -reclamada con vehemencia por los vecinos de un lado y el otro de 'A Raia'- será efectiva a las 00.00 horas de este sábado (la 1.00 en España), momento en el que concluye el estado de emergencia en el país vecino, que será sustituido por el estado de calamidad, menos riguroso.

Con la apertura de la frontera portuguesa, cerrada desde el pasado mes de enero, quedaría pendiente ahora la resolución del Gobierno español, que tendrá que decidir si suspende los controles fronterizos el primero de mayo o si, por el contrario, los renueva. En cualquier caso, el cierre perimetral en Galicia sigue vigente, por lo que salir de la Comunidad depende de si se cumplen algunos de los supuestos contemplados por la Xunta.

La situación estable de la pandemia del COVID-19 en Portugal ha impulsado la decisión de su Gobierno: la cifra de muertos diaria se ha mantenido por debajo de los dos dígitos desde el 2 de abril, el índice de transmisión Rt se encuentra en 0,99 y la incidencia a 14 días es de 70,4 casos por 100.000 habitantes. Además, el número de pacientes hospitalizados con coronavirus ha descendido hasta los 324 de la última jornada.

Por esta razón, han decidido adelantar la última fase de su plan de desconfinamiento, prevista inicialmente para el 3 de mayo, al día 1. "Podemos dar un paso al frente hacia la próxima etapa del desconfinamiento", anunció el primer ministro portugués, António Costa, en rueda de prensa, donde destacó la "evolución muy positiva" que ha mantenido el país durante el proceso de desescalada, que arrancó el pasado 15 de marzo.

Será el último alivio a las restricciones que se impusieron desde el 15 de enero, cuando el Gobierno decretó el confinamiento ante una durísima tercera ola que llegó a colocar a Portugal como el país del mundo con mayores índices de contagios y muertes.

Con el aval de los epidemiólogos, Portugal deja atrás incluso el estado de emergencia -el nivel de alerta más elevado, vigente desde el 9 de noviembre- y desde el 1 de mayo pasará al de calamidad, un escalón menor. Aun así, el primer ministro dejó un aviso: "El deber cívico de confinamiento continua. Todos debemos evitar los contactos que no sean necesarios para que la pandemia no vuelva a empeorar".

Fin de las restricciones horarios

Este 1 de mayo se acaban las restricciones horarias a la restauración, que los fines de semana sólo podía abrir hasta las 13.00 y, como demandaban los hosteleros, pasará a cerrar a las 22.30 todos los días, al igual que las salas de espectáculos y eventos culturales.

También aumentará el número máximo de comensales permitidos por mesa, hasta diez en terrazas y seis en el interior de los establecimientos.

Se amplía el horario comercial los sábados y domingos, se incrementa el aforo máximo de las bodas y bautizos hasta el 50 % y estarán autorizadas todas las modalidades deportivas, incluso las de alto riesgo de contacto como las artes marciales o el rugby.

Los gimnasios, que reabrieron el pasado 5 de abril, recuperarán sus clases grupales.

A pesar del desconfinamiento, se mantienen algunas limitaciones: el teletrabajo seguirá siendo obligatorio hasta finales de año y se prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública.

Además, los restaurantes sólo podrán servir bebidas alcohólicas con las comidas y los bares y discotecas continúan cerrados, sin previsión de cuándo podrán abrir.

Las nuevas reglas serán aplicadas a 270 de los 278 municipios que forman parte del territorio continental de Portugal, mientras que los otros ocho permanecen en fases anteriores de la desescalada porque presentan un mayor riesgo de contagio.