Del gran recibimiento al enfado

Cánticos de “Benítez vete ya” tras una jornada que el celtismo inició con entusiasmo

Así fue el recibimiento del celtismo a los de Benitez antes del choque copero

José Lores / Ricardo Grobas

Redacción

Nadie supera al celtismo en ilusión. A pesar de la errática trayectoria del equipo de Rafa Benítez en LaLiga, la victoria en Mestalla en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey despertó en la afición del Celta un gran interés por un torneo que se le resiste al club después de disputar tres finales y alcanzar en once ocasiones las semifinales. La eliminatoria de ayer contra la Real Sociedad generó un gran ambiente en Vigo, a pesar de que ese mismo rival había dejado en evidencia a los de Benítez apenas tres días antes en la competición liguera. Pero la Copa es especial y así se lo tomó la afición, que preparó un gran recibimiento al equipo en las inmediaciones del estadio. Otra mala actuación del equipo generó los primeros cánticos en la despedida en Balaídos contra el entrenador del Celta: “Benítez vete ya”.

Desde dos horas antes del inicio del partido, y bajo un amplio dispositivo policial, la afición se agolpó en el exterior del estadio para esperar al autobús del equipo, que tuvo que reducir su marcha a la altura de Balaídos. Miles de aficionados brindaron un espectacular recibimiento a su equipo en los aledaños de Balaídos, donde alentaron con cánticos y bengalas al equipo de Benítez.

Era el primer recibimiento del celtismo a su equipo en lo que va de temporada. Un empujón anímico para intentar que alcanzar unas semifinales a las que el Celta llegó por última vez en 2017, el año en el que también se quedó a un paso de la fina de la Europa League. El Alavés ganó en Mendizorroza y acabó con las ilusiones de alcanzar la cuarta final copera.

El club y la afición querían organizar el recibimiento al autobús del equipo por la calle Fragoso, como en el partido clave para la permanencia del curso pasado ante el Barcelona. Pero, en esta ocasión, la Delegación del Gobierno y la policía negaron el permiso para celebrar un recibimiento por Fragoso.

Pese a los recortes en el escenario, el celtismo protagonizó otra espectacular acogida al autobús en el que llegaron los jugadores desde el hotel de concentración hasta el estadio.

El ánimo festivo se trasladó al interior de un Balaídos que ayer registró otra gran entrada, como el sábado ante el mismo rival en el campeonato de Liga. 20.900 espectadores, con una pequeña representación de la afición txuri-urdin.

El himno del centenario volvió a obligar al árbitro a retrasar el inicio de un partido que la Real Sociedad encauzó demasiado pronto cuando en el primer minuto Oyarzabal aprovechó un fallo de Kevin y de Starfelt tras un saque de banda. El celtismo no se merecía un golpe semejante tan pronto, pero este Celta tiene el nivel competitivo muy bajo y las ilusiones por seguir vivos en la Copa se fueron diluyendo con el paso de los minutos al comprobar cómo la Real Sociedad gobernaba el juego ante un rival desnortado, incapaz de encadenar dos pases seguidos.

El conformismo del equipo donostiarra permitió que el Celta reaccionase en la segunda mitad. En ello también tuvieron mucha influencias los cambios de Benítez, que dio entrada a varios titulares para gobernar la pelota. Balaídos, mientras tanto, continuaba empujando a su equipo en busca de una victoria cada vez más inalcanzable. El gol de Luca de la Torre en el descuento mantuvo la emoción hasta el último instante, pero le faltaron minutos al conjunto celeste para poder igualar un marcador que se le puso en contra en el inicio del partido por un despiste defensivo.

El equipo de Benítez perdía una buena oportunidad para alcanzar su decimosegunda semifinal de un torneo que continúa despertando una gran ilusión en Vigo. Después de dejar atrás al Turégano, Sestao River, Amorebieta y Valencia, el Celta acabó su travesía en la Copa del Rey. Otra pésima actuación enfadó al celtismo, que antes de abandonar el estadio coreó “Benítez vete ya”.