El temprano declive de Carles Pérez

El extremo catalán, fichado en propiedad para ser importante este curso, apenas ha jugado 15 minutos desde que se recuperó de la lesión, víctima del cambio de sistema

Carles Pérez disputa un balón a Rafa Marín durante la reciente visita del Alavés a Balaídos. |  // RICARDO GROBAS

Carles Pérez disputa un balón a Rafa Marín durante la reciente visita del Alavés a Balaídos. | // RICARDO GROBAS / j.b.

J. B.

Carles Pérez fue la primera incorporación del Celta en el último mercado de fichajes. Su contribución a la salvación del equipo, con notables actuaciones en el tramo final de la temporada, y su deseo de conseguir a toda costa en Balaídos el protagonismo que le negaron el Barça y la Roma propiciaron su adquisición en propiedad por 5,2 millones el pasado verano con la idea de que fuese un jugador importante en el proyecto que iba a liderar Rafa Benítez.

El esquema inicialmente pensado por el técnico, con defensa de cuatro, cuatro centrocampistas y dos delanteros, favorecía sus intereses, extendiéndose la idea de que iba a complementarse bien con Jonathan Bamba para proporcionar al Celta desequilibrio por banda. Las prestaciones ofrecidas durante la pretemporada le auguraban un futuro brillante que la realidad no ha tardado en desmentir. Víctima del cambio de sistema, su peso en el equipo está ahora lejos del que fue el pasado curso.

Carles Pérez inició la competición como titular ante Osasuna, pero el mal partido (general del equipo) contra los rojillos y una posterior lesión muscular frustraron sus planes de titularidad. En el segundo partido, Benítez modificó el esquema de juego restando un centrocampista para sumar un defensa y el buen desempeño contra el Real Madrid y la victoria en Almería convencieron al técnico de que estaba en el buen camino. Cuando se recuperó de la lesión, el atacante catalán era la pieza sacrificada por el cambio de dibujo.

Recién recuperado de su lesión, Carles no tuvo minutos contra el Mallorca por falta de ritmo competitivo, pero tampoco los tuvo en Montjuic contra el FC Barcelona, aunque para entonces ya estaba en buenas condiciones físicas. Desde ese momento, apenas ha sumado tiempo de juego. Poco más de un cuarto de hora en la reciente visita del Alavés a Balaídos, partido en el que exhibió escaso compromiso defensivo, facilitando las llegadas del rival por la banda derecha. Esta carencias defensivas le han pasado factura en el último encuentro contra Las Palmas, en el que volvió a ser carne de banquillo, sin un solo minuto.

No parece, al menos de forma inmediata, que Benítez regrese al dibujo de cuatro defensas, con lo que la suplencia de Carles puede prolongarse todavía por algún tiempo. La realidad es que el atacante vallesano suma esta temporada menos minutos que los que contabilizaba el pasado curso, con el agravante de que su estado físico era entonces bajo, al no haber realizado la pretemporada con la Roma. Los 97 minutos que ha jugado esta temporada contrastan con los 331 que llevaba a estas alturas del pasado curso.