Un nuevo desafío para Carles Pérez

El catalán afina su puesta a punto sin plaza fija en el once por el cambio de dibujo

El vallesano vuelve a medirse a su exquipo

J.B.

A Carlos Pérez le está costando más trabajo del previsto asentarse en el once del Celta. Las lesiones y la enorme tensión vivida el pasado curso, con el equipo al límite durante la mayor parte de la temporada, complicaron su rendimiento, que no fue satisfactorio hasta el último tramo de LaLiga. Su contribución a la salvación del equipo, su compromiso con el club y la sensación general de que tenía en sus botas mucho más fútbol del que había dado, propiciaron su fichaje en propiedad el pasado verano, con la idea de que el jugador sería importante en el proyecto que iba a liderar Rafa Benítez.

La temporada empezó bien para el valllesano, titular en el debut liguero frente a Osasuna, pero se complicó repentinamente la víspera del partido contra la Real Sociedad con una lesión en el aductor izquierdo que lo ha mantenido alejado de los terrenos de juego durante cinco semanas. En este tiempo, el técnico ha cambiado el dibujo, restando al once un atacante para añadir un tercer central a la defensa. Carles, que inicialmente apuntaba a jugar en banda derecha en un 4-4-2 con Bamba arrimado al costado izquierdo, va a tener que esperar su turno. El extremo vallesano ya está totalmente recuperado de su lesión y afina ahora su puesta a punto para convencer a Benítez, que no parece muy dispuesto (al menos de momento) a cambiar de apuesta. El técnico la mantuvo el pasado sábado frente al Mallorca en un partido en el que, con el alta médica aún reciente, Carles no tuvo minutos, y no parece que vaya a cambiarla en el campo del Barcelona en un partido en el que el Celta debe brillar a un alto nivel defensivo para sacar un resultado positivo. Carles será previsiblemente un arma en la recámara, que contará con la doble motivación de hacer méritos para recuperar la titularidad frente al equipo en que se formó como futbolista.