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El celtismo, en máximos históricos

El Celta acaricia los 20.000 abonados y aspira a alcanzar un importante registro de socios en la temporada de su centenario

El club recupera unos 5.000 aficionados

La grada de animación que el Celta ha situado en la parte baja de Marcador. |  // ALBA VILLAR

La grada de animación que el Celta ha situado en la parte baja de Marcador. | // ALBA VILLAR / J. Conde

La cifra de abonados del Celta ha dejado de ser algo supuesto, aproximado, que se podía calcular más o menos con la media de asistencia a los partidos oficiales en Balaídos. En estos momentos, la web del club permite conocer los asientos que ya están reservados para la temporada en ciernes. Este miércoles, esa cifra se aproximaba a los 20.000 abonados y la tendencia continúa al alza, pues a las gestiones por medios telemáticos se suman las realizadas en las oficinas de atención al socio que continúan abiertas en el estadio vigués.

Al ritmo que va la campaña de abonados, el celtismo camina hacia un récord histórico que el club situó en los 24.000 durante la etapa más brillante en Europa, en la frontera de los dos siglos. Esa cifra, sin embargo, también fue cuestionada por los actuales dirigentes del Celta cuando tomaron las riendas del club y comprobaron la dificultad de cubrir gran parte del aforo de un estadio con muchas incomodidades. Tampoco podría alcanzarse ahora porque la capacidad de Balaídos es de 23.000 asientos.

La mejora de las instalaciones, con la remodelada grada de Marcador es uno de los alicientes que han influido en los aficionados para comprometerse mucho más con el club en la temporada de su centenario. Esta efeméride también ha servido de catalizador para que se respire más celtismo que en años precedentes. La llegada de un entrenador con el carisma y la trayectoria deportiva de Rafa Benítez ha contribuido a elevar el compromiso de la afición.

Una prueba de la ilusión que despierta el Celta es la extraordinaria acogida que tuvo la semana pasada el partido del Memorial Quinocho ante el Olympique de Lyon. Más de doce mil personas acudieron a la cita en Balaídos, en la que el club se vio desbordado y muchos aficionados se perdieron buena parte del primer tiempo por las colas que se generaron para acceder al estadio.

En otros tiempos, fallos de organización como ese generaban mayor malestar y desafección hacia el club, que ni siquiera necesita anunciar fichajes importantes para animar una campaña de socios que se aprovecha de la inercia de la ola que el celtismo generó en la última jornada de LaLiga para salvar al equipo del descenso y que prosiguió con el fichaje de Benítez y el estreno del himno del centenario que compuso C. Tangana.

Grada de Marcador

La apertura definitiva de la grada de Marcador también ha sido uno de los alicientes en este aumento considerable de socios. Con respecto a la temporada anterior, el Celta ya suma alrededor de 5.000 nuevos abonados, aunque entonces el club no quiso hacer oficial la cifra de socios.

Durante la temporada 2022-23, Balaídos vio reducido su aforo a unos 17.000 aficionados mientras el Ayuntamiento y la Diputación levantaban la grada de Marcador. Este espacio renovado acogerá a los grupos de animación que en los últimos años se habían situado a ambos extremos de Río Bajo.

Con el nuevo graderío, el club dispone de unos 6.000 asientos más, con lo que el aforo total rondará las 23.000 plazas. De esta forma, el tope de abonados está próximo, pues el club está obligado a reservar localidades para los aficionados de los equipos visitantes, así como para vender en taquilla en cada jornada.

La cifra de socios nunca podrá superar los 22.000 mientras Balaídos no gane aforo con la remodelación de la grada de Gol. De esta forma, el celtismo seguirá aproximándose al récord de abonados en una temporada pero tendrá que esperar a la última fase de la mejora de Balaídos para intentar superarlo. Marcador ya está completa, así como Río Alto. La grada menos demandada es Gol, que se ha quedado como la más alejada del terreno de juego.

Cifras dispares

La ilusión del celtismo por acompañar al equipo en los partidos de casa durante la nueva temporada se parece a la despertada hace una década cuando el equipo recuperó un puesto en la máxima categoría. Entonces, el club cifraba en 22.500 el número de socios. La cifra se incrementó hasta cerca de los 24.000 en el verano que Luis Enrique Martínez fichó por el equipo vigués. En esas cantidades se movió el Celta de Berizzo que alcanzó dos semifinales de la Copa del Rey y de la Europa League. La respuesta del celtismo fue decayendo a partir de 2018 hasta que con la pandemia se situó en mínimos históricos en la máxima categoría. En el año del centenario del club y a pesar de las irregulares campañas de los últimos años, la afición del Celta se ha enganchado a un equipo que intenta reconstruirse de la mano de Rafa Benítez y con un Balaídos que dejará de sufrir por un tiempo las obras de remodelación.

Bajo el lema “90 minutos de sentimiento”, el Celta va camino de superar la barrera de los 20.000 socios y adentrarse en cifras que se aproximan a máximos históricos de los últimos tiempos.

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