Rojo centenario: el Celta rebobina un siglo con su segunda camiseta

El Celta ya presume de su segunda piel para el centenario. Una camiseta que rinde homenaje a aquellos futbolistas que defendieron por primera vez el nombre del club hace un siglo. Es roja, sencilla y llena de arraigo. No necesita mucho más. Los detalles, en color celeste, para no olvidar los colores que siempre han vestido al equipo. Incluso los estampados de los patrocinadores se han teñido de azul cielo para la ocasión. Un fino estampado lineal en forma de ondas —as ondas do mar de Vigo, como en el himno de C. Tangana— en un tono rojo más oscuro recorre la elástica de arriba a abajo.

Tampoco falta el nuevo diseño para el escudo, que en toda la ropa de esta temporada luce sobre un parche con la bandera de Galicia y custodiado por las fechas 1923-2023. El cuello, la triple franja sobre los hombros y una línea en cada costado son celestes. En la parte de atrás, encima del dorsal, la referencia a los dos clubes cuya fusión dio lugar al club: el Real Vigo Sporting Club y el Real Club Fortuna. El pantalón y las medias, negras con los detalles azules. De hecho, la parte de abajo ya la estrenó el Celta en el amistoso contra el Al Nassr en Portugal.

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El precio de la camiseta para las tallas de adulto será el mismo que el de la celeste: 84,95; con la posibilidad de aplicar un descuento en caso de ser abonado del club.

Con la equipación roja, la afición ya conoce las dos indumentarias que el Celta y Adidas han diseñado para el centenario. Son dos camisetas cargadas de sentimiento que, a partir de agosto, comenzarán a llegar a las tiendas del club y también a los armarios de quienes ya la hayan comprado por internet. Eso sí, algunos afortunados ya tienen en sus manos algunas de las primeras camisetas celestes.

Un guiño a su primera temporada

El rojo fue precisamente el primer color que vistió el Celta tras la unión del Real Vigo Sporting Club y el Real Club Fortuna de Vigo en una camiseta que portaba asimismo cordones en su zona anterior; también el fondo de ese escudo primitivo era encarnado. "Se acordó que los colores del equipo de fútbol sean jersey rojo en su totalidad, pantalón negro y medias azules con vuelta blanca, esto es el uniforme del equipo nacional", escribió en las páginas de FARO el redactor que presenció la reunión de fusión de ambos conjuntos el 9 de agosto de 1923, en la que "reinó verdadero entusiasmo, prometedor de mejores días en el fútbol que los pasados". De estas palabras se extrae que la tonalidad de la equipación tiene sus raíces en la que por entonces también portaba la selección española, si bien el pantalón corto del combinado era más volcado al azul. Con todo, hay diversas versiones para justificar la paleta usada hace 100 años.

Tras unos meses de encarnado, el Celta comenzó a usar el azul celeste actual, que por entonces era el tono de su casaca alternativa. Quienes mejor recuerdan aquellos momentos, como el uruguayo Manuel Losa, relatan que el club vigués decidió cambiar de color principal tras jugar en el Campo de Coia (también llamado Campo de Bouzas) contra la selección de Uruguay, campeona del mundo -después de hacerse con la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de 1924-. Los olívicos quedaron tan maravillados por su juego que habrían adoptado su indumentaria como homenaje.

En cambio, existe otra hipótesis que alude a que ya desde la fusión se determinó que el Celta llevara los colores de la bandera de la comunidad "porque Vigo era ya por aquellas fechas la capital deportiva de Galicia", según Baliño Ledo, uno de los protagonistas de aquella unión junto a Manuel de Castro, más conocido como Hándicap. Sin embargo, el club, con poco presupuesto por entonces, solo disponía de la vestimenta roja y el pantalón blanco, "y en algunas ocasiones negro", ropa heredada del Vigo Sporting y del Fortuna, a tenor de lo que señala Fernando Gallego Arzuaga en un artículo que escribió en FARO en 2013.