El Celta paga su torrija inicial

Los vigueses pierden en Villarreal un partido en el que salieron dormidos y en el que luego fallaron muchas ocasiones para equilibrar el duelo

J.C.A

Es una tarea poco menos que imposible creer que en Primera División tienes alguna opción después de firmar diez minutos como los iniciales del Celta en Villarreal. Un espanto que tiene difícil explicación y que le condujo al final a la derrota.

Los de Carvalhal perdieron en el Estadio de la Cerámica un partido en el que fueron sus principales enemigos. Porque tardaron un rato en llegar al duelo y cuando lo hicieron ya perdían por 2-0. Consecuencia de los regalos que concedieron al “submarino amarillo” que se aprovechó a aprovecharse de tanta generosidad. En el primer gol fue Oscar Rodríguez (a los dos minutos de juego) el “generoso” y en el segundo, la desidia general al permitir que Lo Celso recibiese solo y luego habilitase a Jackson para dejarse mano a mano con Villar. No había nadie enfrente.

Fue a partir del 2-0 cuando el Celta comenzó a jugar su partido y demostró que podía hacerle daño al Villarreal. El problema era la carga que tenía encima en ese momento, que pudo se mar si Parejo llega a anotar un penalti que lanzó por encima del larguero. Pese a la rotación masiva de Carvalhal (que dio descanso de inicio a Aspas, Gabri Veiga y Fran Beltrán) el equipo se instaló en el campo del equipo amarillo y comenzó a generarse situaciones de peligro claras.

Larsen fue el protagonista de muchas de ellas. En lo positivo y en lo negativo. Porque comenzó fallando oportunidades claras, luego marcó el 2-1 en un buen remate, y cerró la primera parte con un error incomprensible, un remate a bocajarro en el que Reina estaba vencido y con toda la portería para él lanzó el balón contra el meta. La ocasión para haberse ido con el empate en el marcador tras una buena reacción.

La tónica de un Celta dominante continuó en el segundo tiempo en el que los vigueses insistieron en buscar la portería de Reina mientras el Villarreal se dedicó a agazaparse a la espera de coger una transición para liquidar la cita. Siguieron llegando los célticos, sobre todo a través de Cervi, pero sin demasiada claridad en el área. Fue el momento, con media hora por delante cuando Carvalhal dio entrada a Aspas, Veiga y Beltrán. No era mal panorama teniendo en cuenta cómo estaban las cosas. El problema es que los vigueses siguieron fallando demasiado en los últimos metros. Larsen tuvo el empate otras dos veces y en varias situaciones más hubo errores en la decisión final. Y sucedió lo que acostumbra en estos casos, que en un robo y una rápida transición el Villarreal cogió al Celta muy volcado en el campo rival y anotaron el tercer gol. 

De ahí al final el Celta insistió y siguió creyendo en encontrar un premio. No dejó de pisar el área del Villarreal, pero no había manera de encontrar un remate que le permitiese tener alguna esperanza en los últimos minutos. Aspas y Gabri Veiga acariciaron también un gol que podía haber metido el miedo en el cuerpo al Villarreal. Un partido horrendo si lo juzgamos por los primeros diez minutos; notable si obviamos esa torrija inicial. Pero claro, por ahí se fue la esperanza.