La privilegiada testa de Gabri Veiga

El talentoso canterano mejora con Carvalhal en su punto débil: el juego de cabeza

Gabri Veiga celebra uno de sus goles al Valladolid. // Alba Villar

Gabri Veiga celebra uno de sus goles al Valladolid. // Alba Villar / j.b.

“He entrenado muchos jugadores en mi vida, jugadores que prometían mucho y después se quedaron a mitad camino. Yo creo que lo que tiene Gabri [Veiga] es aquello que le va a permitir llegar muy lejos. Es un chico humilde, trabajador, siempre listo. Hay cosas que hablamos con él para intentar mejorar y está mejorando mucho. Eso me asegura que gracias a su talento, aliado a su capacidad de trabajo y humildad, es un jugador que puede llegar a un nivel muy alto”. Con estas certeras palabras sintetizaba el entrenador del Celta, Carlos Carvalhal, su opinión sobre la nueva gran perla de la cantera celeste. El preparador luso consideraba que Gabri es un futbolista con muchas virtudes y pocos defectos, y es precisamente este último aspecto el que él se afana en pulir.

Uno de las facetas del juego en la que el futbolista porriñés tiene que mejorar es el juego de cabeza. Carvalhal y su equipo trabajan desde hace semanas con Gabri para que mejore en este aspecto del juego y los resultados no se han hecho esperar, como se pudo comprobar en el último partido frente al Valladolid, con asistencia de cabeza de Gabri a Seferovic, para que este último abriese, también de cabeza, el marcador.

“Estamos potenciando aspectos técnicos del juego de cabeza que no dominaba. La forma de cabecear los balones, ya que nunca lo hacía de frente, o las trayectorias, en lo que está mejorando muchísimo”, explicaba el técnico antes de viajar a San Sebastián para medirse a la Real Sociedad. “No puedo decir que sea más fuerte de cabeza, porque no lo es, pero antes estaba en nivel menos uno y ahora está mejorando”, precisaba el luso, que bromeaba: “Hay que dar muchas cabezadas para ser competente, en la pared también”.

El plan específico de trabajo para mejorar el juego de cabeza de Gabri no ha tardado en proporcionar al equipo sus primeros réditos. Apenas un sutil toque, pero bien dirigido que prolongó el centro de Mallo hacia el segundo palo, donde Seferovic (uno de los pocos especialistas en el juego de cabeza con los que cuenta el Celta) esperaba la pelota para empujarla contra las mallas. Era el tercer gol de cabeza anotado por el conjunto vigués este curso. Los otros dos los ha marcado Aidoo, remachando un centro de Aspas para conseguir en el último suspiro del partido el empate frente al Getafe y hace unas jornadas para anotar, tras un córner, otro tanto clave en el triunfo firmado ante el Betis en el Benito Villamarín.

En este partido precisamente, Gabri Veiga hizo su primer doblete en Primera División con otro tanto para enmarcar en el que controla la pelota con un doble toque de cabeza antes de bajar la pelota al piso y elevarla por encima del portero con un sutil remate.