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El déficit de la banda derecha

Coudet sigue buscando un relevo para Brais Méndez en el flanco diestro del ataque celeste - Un sector de la afición señala a Mallo, silbado frente a la Real, por bajo rendimiento - Carles y Mingueza, a la expectativa

Hugo Mallo y Carles Pérez tratan de neutralizar el avance de Fekir durante la última visita del Betis a Balaídos. | // M. G. BREA

A Eduardo Coudet se le ha presentado un inesperado problema esta temporada con la banda derecha. Durante las primeras jornadas ligueras, el principal quebradero de cabeza del preparador celeste fue encontrar un sustituto de garantías para Denis Suárez, el jugador que el pasado curso activaba al equipo en el último tercio del campo y para el que no tenía reemplazo en el actual plantel. El Chacho probó provisionalmente, en tanto ajustaba los engranajes y los nuevos se adaptaban al esquema, un doble pivote con Tapia y Beltrán hasta que Gabri Veiga, con progresiva mejoría en cada partido, se adueñó del puesto. El porriñés no es Denis, ni se le parece, pero con cualidades muy distintas a las del salcedense, el joven canterano demostró que puede ejercer mejor que ningún otro futbolista de la plantilla la función de enganche con la pareja de delanteros.

Esta transición no se ha dado en la banda derecha, territorio de Brais Méndez desde que Coudet asumió la dirección del Celta. Para reemplazar al mosense, Luis Campos, el gurú contratado por el Celta para diseñar el nuevo plantel, apostó por Carles Pérez, un extremo derecho a la vieja usanza que vio en el Celta el club ideal para reactivar su carrera, pero cuyo déficit físico y bajo tono competitivo retrasaron su puesta a punto y adaptación al equipo.

Cumplidos dos meses de su fichaje, el catalán sigue a la expectativa. Pérez ha tenido que conformarse por el momento con el papel de revulsivo, al menos en su posición natural porque Coudet lo ha utilizado más como delantero cuando ha necesitado un sustituto para Paciencia que en su posición natural. Carles solo ha jugado un encuentro como titular como extremo derecho, en el Metropolitano, pero la sanción de Franco Cervi por su expulsión en el anterior partido en Mestalla fue el factor que propició su titularidad.

Para la banda derecha, Coudet ha manejado esta temporada un puñado de candidatos. Su primer opción fue Solari, un jugador que no entraba en los planes del club ni del técnico y al que luego solo ha recurrido en momentos muy puntuales cuando le han faltado otras piezas.

Desde la segunda jornada, el técnico eligió a Franco Cervi a pierna cambiada. El argentino conoce a la perfección el esquema, pero se le ve más incómodo en el perfil diestro que en el costado izquierdo, su demarcación natural. Cervi se esmera en el trabajo defensivo y tiene mayor capacidad de retorno que sus competidores, pero carece de desborde y este problema se intensifica en el flanco derecho. El ex del Benfica se ha alternado en las bandas con Óscar Rodríguez, cuya contratación, como la de Carles, contó desde el primer momento con el pleno respaldo de Coudet.

El caso del talaverano es curioso. La idea inicial del Chacho era que Óscar ocupase el vacío dejado por Denis. El exsevillista había jugado casi toda su carrera como medio centro ofensivo, pero en un esquema diferente al que habitualmente emplea el preparador celeste, que prefirió primero a Tapia y luego a Gabri Veiga para el puesto. A Óscar lo desplazó inicialmente a la banda izquierda (donde ha ofrecido el mejor rendimiento hasta la fecha), pero hace ya un par de partidos que lo viene utilizando en el costado diestro, con Cervi de nuevo en su posición natural. Óscar ha sido titular desde el primer partido de Liga, pero no acaba de encontrar una posición en la que verdaderamente pueda destacar.

El último compromiso liguero frente a la Real Sociedad fue tal vez el mejor ejemplo de las dudas del técnico para elegir a un sucesor para Brais en el flanco derecho. Coudet empezó con Óscar, movió luego a Gabri Veiga a la derecha y puso al talaverano de enganche y acabó con Carles en un final de partido que el Celta terminó jugando con tres delanteros.

El duelo frente al conjunto de Imanol Alguacil dejó también la imagen de un sector del público silbando a Hugo Mallo. El rendimiento del capitán, a quien Coudet restituyó nada más llegar el brazalete que le había retirado Óscar García, hace tiempo que se cuestiona. Y el rumor va creciendo. Una facción (no muy amplia) de Balaídos expresó su descontento con el desempeño del marinense, cuya productividad ha caído de forma notable desde su regreso de la grave lesión de rodilla sufrida la pasada temporada.

En estos últimos años, la alternativa a Mallo ha sido Kevin Vázquez, un abnegado futbolista con gran afán de superación del que lo peor (y lo mejor) que puede decirse es que siempre cumple el expediente. El nigranés rara vez ha brillado y es un jugador considerablemente más limitado que Mallo. Vive y siempre ha vivido a su sombra.

Esta temporada se ha sumado a la ecuación Óscar Mingueza, un dinámico y versátil defensa central que ya ha mostrado buenas condiciones como lateral diestro en un equipo de tanta exigencia como el Barcelona. Coudet ha ido incrementado poco a poco el número de minutos del catalán, al que ha alternado como tercer central y lateral derecho. En esta última posición disputó Mingueza contra la Real Sociedad 28 buenos minutos en sustitución de Mallo, que se retiró del campo enfadado, obviando la mano que le tendió el técnico. El mal gesto (habitual, por otra parte, en estos casos) no le pasará factura, tampoco los pitos, que el técnico dijo luego no haber escuchado. Pero lo cierto es que la banda derecha del Celta hace tiempo que hace agua y la alternativa está servida.

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