Segunda derrota consecutiva del Celta, que empaña su buen inicio de temporada. El conjunto celeste ha vuelto a encajar una goleada y ya ha sufrido trece goles en contra en seis partidos, aunque la inferioridad numérica explica en gran medida el resultado de Mestalla.

El Celta desaprovechó sus ocasiones en un buen arranque y la tarjeta roja a Cervi, que impactó con sus tacos en Correia por culpa de un resbalón, condicionó ya el intento de reacción del Celta en la segunda mitad. El equipo tendrá que rumiar sus pecados durante el parón liguero para encajar después más encuentros complicados.

Los de Coudet dispusieron de buenas oportunidades al inicio, incluido un posible penalti sobre Larsen que González Fuertes no señaló. El propio noruego y Aspas tuvieron después peligrosos disparos. Pero el juego se originó siempre desde el robo en la salida valencianista o en el juego directo sobre Larsen. Nunca mostró creatividad con una medular formada por Tapia y Beltrán. Si Coudet los alineó para blindarse, no lo logró porque el Valencia se mostró superior en la contienda de la intensidad. Y con velocidad por bandas, especialmente por la izquierda. Desde ahí llegó la acción de Lino que tras el rechace de Marchesin culminaría Castillejo en el 1-0.

El gol hizo daño al Celta. Coudet no reaccionó con cambios inmediatamente tras el descanso y cuando lo hizo, introduciendo a Veiga y Carles Pérez, se encontró justo con la expulsión de Cervi que destrozó sus planes. El Celta se fue con valentía a por el empate e incluso lo bordeó con Larsen. Pero a costa de desprotegerse atrás, lo que el Valencia aprovechó para regalarse un cómodo final.