El Celta concentra sus esfuerzos en el fichaje del delantero centro que Coudet exige para completar el plantel. La inminente salida de Mina, que ayer viajó a Riad para cerrar su cesión al Al Shabab, desbloquea la contratación del nueve, que se ha convertido en la gran y única prioridad de la dirección deportiva que encabeza Luis Campos.

El Celta abordaría el fichaje de un medio centro ofensivo, si finalmente sale Denis Suárez, pero en la Calle del Príncipe tienen muy pocas esperanzas de que la marcha del salcedense se concrete en este mercado y cuentan ya con que tendrán que asumir su prominente salario al menos hasta el mes de enero con el futbolista sentado en la grada. Una dificultad se ha añadido a la ya de por sí complicada situación con el salcedense: la enfermedad grave de su madre que ha hecho replantearse al jugador su salida en este mercado.

Salvo sorpresa en el caso Denis, el Celta dará por cerrada su plantilla con la incorporación del delantero centro que Coudet necesita para completar al frente ofensivo. El técnico quiere un delantero contrastado, con experiencia en las grandes ligas, pero no resultará fácil complacer sus deseos, pues el mercado no ofrece demasiadas alternativas de primer nivel a un precio asumible para el club celeste. Luis Campos trabaja no obstante en diversas opciones que puedan encajar en los parámetros que ha pedido el Chacho. La mayor parte de ellas no han trascendido.

Entre los delanteros que se han tocado figura el del francés Cédric Bakambú, pero la contratación del exatacante del Villarreal está sumamente complicada por las reticencias del jugador a abandonar el Olympique de Marsella. Bakambú apenas ha disputado 34 minutos en lo que va de curso y es el tercer delantero en el orden de preferencias del técnico, Igor Tudor, tras el polaco Arkadiusz Milik y el chileno Alexis Sánchez, pero no quiere abandonar Marsella por razones familiares y está decidido a quedarse para pelear el puesto.

Luis Campos maneja alternativas de diferente perfil futbolístico y precio. Se trabaja tanto en delanteros de referencia, la opción preferida por Coudet, como en delanteros más rápidos y versátiles, con capacidad para caer a banda. Ninguna de las operaciones se encuentra en fase avanzada, con lo que parece difícil que el fichaje del nueve pueda concretarse antes del encuentro de este viernes ante el Girona. El Celta trata de acelerar para cerrar la operación y está convencido de que delantero que necesita el Chacho estará en Vigo antes del cierre del mercado.

La opción de Maxi Gómez no está de momento sobre la mesa, pero podría ser una alternativa en el caso de que fallen las operaciones que ha activado la dirección deportiva. El Valencia está dispuesto a desprenderse del uruguayo por un precio de entre 8 y 10 millones, una tercera parte de lo que pagó hace cuatro años al Celta por hacerse con sus servicios. El jugador quiere cambiar de aires y no vería con malos ojos volver al club que lo catapultó en LaLiga, pero su regreso a Balaídos implicaría necesariamente una rebaja salarial, pues el Celta no puede asumir el sueldo que el uruguayo cobra actualmente en el Valencia.

El club vigués carece de ofertas por Javi Galán

La posibilidad de que el Barcelona presente una oferta por Javi Galán ha ido cobrando fuerza en las últimas horas, pero el Celta no tiene noticias directas del interés del conjunto azulgrana por el lateral extremeño. En la Calle del Príncipe no descartan que en los próximos días pueda producirse alguna propuesta del conjunto azulgrana, aunque para ello deberían darse una serie de circunstancias de difícil cumplimiento. La primera de ellas es que el Barcelona consiga desprenderse de varios de los salarios de futbolistas que no entran en los planes de Xavi Hernández para rebajar su límite salarial y que el club azulgrana no consigue quitarse de encima: Umtiti, Braithwaite, Frenkie de Jong, Aubameyang o Dest. Los esfuerzos del Barcelona para desprenderse de alguno de estos salarios han caído por el momento en saco roto, hasta el punto de que la entidad que preside Joan Laporta no ha podido inscribir a Jules Koundé, uno de los grandes fichajes del verano, que está a la espera de que el club libere masa salarial para ser parte efectiva de la plantilla. Y no parece que se hayan producido en las últimas horas grandes avances en este sentido. A este problema se añade el hecho de que Galán no es la opción prioritaria del Barcelona para reforzar el costado izquierdo de su defensa. Xavi quiere a Marcos Alonso y el Barça tiene ya pactadas las condiciones económicas con el internacional español, cuyo fichaje estaría pendiente de alcanzar un acuerdo para su traspaso con el Chelsea y de que el Barça consiga soltar lastre para poder inscribirlo. La opción de Galán le resultaría el club catalán más económica que la de Alonso y su salario más fácil de encajar dentro el límite fijado por LaLiga, pero para ir a por el extremeño el Barça tendría que renunciar al jugador del Chelsea. Y ello bajo la premisa de que la oferta que presente el Barcelona colme las expectativas del Celta, que no necesita ni quiere vender al jugador y no dará facilidades pasa su salida.