Iago Aspas acostumbraba a tomarse el arranque de las temporadas con cierta calma, como si su motor necesitase alcanzar una determinada temperatura para dar lo mejor de sí mismo. Nada que ver con lo visto en verano. Más afilado que nunca. El moañés ha convertido lo excepcional en moneda de uso corriente. Convertido durante buena parte del periodo de preparación en el único delantero de la plantilla, Iago Aspas ha asumido la situación y ha respondido como se esperaba de él. El moañés ha anotado en esta pretemporada ocho de los nueve goles marcados por el Celta en los cuatro partidos disputados. Es cierto que los saudíes del Al-Shabab –a quienes marcó cinco goles en el partido del pasado sábado– fueron un rival de escasa entidad, pero aún así su capacidad productiva y su porcentaje de acierto llamaron la atención.

Iago Aspas no ha fallado en ninguno de los compromisos. Marcó los únicos goles de los partidos disputados ante el América de México, el San José estadounidense y en la derrota frente al Sporting de Braga antes del desparrame frente a los saudíes. La confirmación de que Iago Aspas está en el punto donde lo dejó la pasada temporada: preparado una vez más para abanderar al Celta. Por el contrario la lectura negativa que se puede hacer de la situación es que ningún otro futbolista se ha sumado a esa misión anotadora salgo Gonçalo Paciencia que marcó el tanto que abría la cuenta en la goleada ante el Al-Shabab. El resto de la plantilla se aisló de esa tarea, un detalle que no es menor y que el Celta estaba tratando de paliar. Porque se necesitan goles.Es verdad que el equipo tiene que buscar elementos que lo cohesionen, que le den sentido al colectivo. Pero sin goles será imposible alcanzar ciertos objetivos. Con Paciencia, con el delantero que tiene que venir, con Carles Pérez, con el balón parado de Oscar Rodríguez tendrán que incorporarse anotadores a la estadística del Celta a lo largo del verano. Lo que ya parece claro es que los goles de Iago Aspas no van a faltar. Esta temporada llega después de firmar sus mejores números veraniegos. Una razón para respirar aliviados.