Eduardo Coudet se encontrará una nueva pieza para su tablero de ajedrez cuando regrese a Vigo de la gira norteamericana. El catalán Carles Pérez (Granollers, 1998) se convertirá en el quinto fichaje del Celta del verano (sexto si se contabiliza a Julen Lobete). El atacante de la Roma llegará al club celeste en calidad de cedido con opción de compra.
Una contratación orquestada por Luis Campos y que dará a Coudet mucha versatilidad en su frente de ataque. Carles Pérez, de 24 años, es un jugador formado en la Masía del Barcelona que puede dar soluciones en varias posiciones. Donde se encuentra más cómodo es en el carril derecho del eje ofensivo. Es un zurdo bastante cerrado al que le encanta arrancar con potencia y velocidad en diagonal desde la banda para luego finalizar la jugada por el centro, bien sea con un tiro a puerta o con una asistencia. También puede desempeñarse en el perfil opuesto y como segunda punta junto a otro delantero. La única posición que no le favorece es la de nueve puro. Carles Pérez, cuando se asoma a la portería contraria, lo hace más como un llegador.
El juego de Carles Pérez puede aportarle al Celta mucha explosividad y verticalidad. Siempre busca el camino más corto a la portería y no se lo piensa a la hora de buscar el uno contra uno o disparar desde la larga o la media distancia. Ese instinto depredador le hace caer en ocasiones en imprecisiones a la hora de definir o dar un último pase, pero también deja a sus rivales sin respuesta cuando arranca con el balón.
Otra de sus cualidades es la conducción de la pelota. Es un jugador muy potente, de centro de gravedad bajo y muy difícil de derribar en el cuerpo a cuerpo. Además, es rápido. Todo ello le permite superar rivales con la pelota cosida a la bota izquierda para generar oportunidades en el balcón del área para él mismo o para otro compañero. Un jugador que comparte aptitudes con Robben o Nolito.
Eduardo Coudet podrá alinear a Carles Pérez junto a Iago Aspas (u otro) como pareja de atacantes, aunque también podría competir por la posición de volante en cualquier banda. Es un futbolista que no tiene excesivo gol, pero es habilidoso y le aportará al Celta desborde y regate, algo que el técnico argentino lamentó no tener durante la pasada temporada.
SU PASO POR LA ROMA
Los diez partidos que jugó en el primer equipo del Barcelona le llevaron a Italia donde su participación ha sido algo intermitente. Diecisiete partidos en la primera temporada, treinta en la segunda (la mejor de todas) y veintiocho en la tercera. En este último ejercicio le ha tocado lidiar con Jose Mourinho como entrenador. Con él las cosas no han sido tan sencillas como con sus predecesores pero aún así el catalán ha tenido una notable presencia en un equipo que cerró la temporada ganando la Conference League.
Pero consciente de que con el técnico portugués no lo tenía demasiado sencillo en el futuro, Carles Pérez comenzó a plantearse una salida de la Roma. Y mucho más tras conocer que el club “gialloroso” tenía la intención de fichar a Dybala –se cerró ayer mismo– que le limitaría por completo sus posibilidades de disfrutar de minutos. La llamada de Luis Campos le convenció para unir sus pasos a los del Celta. Los vigueses eran un buen destino para un jugador que deseaba regresar a la Liga española tras la experiencia de tres años en el calcio. En los últimos días el Celta y la Roma intensificaron los contactos que han fructificado en el acuerdo que está a punto de cerrarse tal y como pasó días atrás con Unai Núñez, con el que comparte misma agencia de representación.
Los esfuerzos del Celta ahora se centrarán a partir de ahora en la contratación de un portero y también de un delantero centro nato que es una de sus grandes lagunas en estos momentos. La opción de Borja Mayoral sigue siendo una de las más sólidas que se manejan. El jugador de hecho se ha quedado en Madrid y no participará en la gira por Estados Unidos por problemas con la pauta vacunal, según explicó ayer el equipo blanco.
