Un año clave para Gabri Veiga

La nueva perla de la cantera buscará el próximo curso protagonismo con Coudet en competencia con Swedberg, por cuyo fichaje el Celta ha pagado 5 millones de euros

Gabri Veiga conduce la pelota perseguido por un rival en la última visita del Levante a Balaídos.

Gabri Veiga conduce la pelota perseguido por un rival en la última visita del Levante a Balaídos. / Ricardo Grobas

Gabri Veiga afronta un año clave en su incipiente carrera. La estrella en ciernes de la cantera tendrá ficha el próximo curso con el filial, pero trabajará a las órdenes de Eduardo, el Chacho, Coudet con opciones de competir por un puesto en el primer equipo. Una vez sellada la renovación hasta 2026, el Celta tiene altas expectativas en que el centrocampista porriñés vaya cobrando mayor protagonismo en Primera División.

Coudet valora las condiciones de Veiga, de 20 años, pero considera que necesita adquirir experiencia, adecuarse al alto ritmo al que circula la pelota en LaLiga (un abismo frente a la Primera RFEF) y ajustar su posición en el campo para tener posibilidades reales de hacerse con un puesto en el once.

Curiosamente, a la nueva perla de la cantera céltica le ha surgido en la última semana un competidor de su mismo pelaje y aún más joven que él: el sueco Williot Swedberg, joya del Hammarby y apuesta personal de Luis Campos, fichado hasta 2027 por la nada despreciable cantidad de 5 millones de euros.

Veiga y Swedberg comparten más que un futuro prometedor. Su físico es parecido (les separa apenas un centímetro) y ambos poseen una envidiable condición técnica, son explosivos y desequilibrantes en la conducción del balón y ven puerta con facilidad.

Tan similares características sembraron dudas en el Celta a la hora de abordar el fichaje de Swedberg. En el club recelaban de que la contratación del joven talento sueco pudiese frenar la progresión de Veiga, pero finalmente llegaron a la conclusión de que la mutua competencia puede favorecer el crecimiento de ambos futbolistas y al mismo tiempo incrementar la competitividad interna en el equipo.

En el caso de Veiga, Coudet considera esencial ajustar su posición en el campo. El preparador argentino todavía no lo tiene del todo claro. En el tramo final de la pasada temporada, tras cerrarse su renovación hasta 2026, el argentino preguntó al porriñés en qué posición se encontraba más cómodo. Este le respondió que de medio centro ofensivo, en la posición de enganche con la pareja de delanteros que en las dos últimas temporadas se ha venido desempeñando Denis. Veiga dispuso de minutos en esta demarcación en los últimos cuatro partidos de la pasada temporada, si bien Coudet le ve condiciones “para desempeñarse tranquilamente por los costados”.

El técnico celeste considera que carece de la finura en el último pase que distingue a Denis, pero cree que lo compensa con desequilibrio en la conducción y mayor pegada que el saldecense. Los 9 tantos anotados el pasado curso en el filial así lo atestiguan.

La facilidad para ver portería es seguramente la mayor virtud de Williot Swedberg, autor de 5 goles en los 10 primeros encuentros de la liga sueca y de otros dos el pasado curso cuando debutó en la máxima categoría del país con solo 17 años. El joven talento escandinavo destaca también por su versatilidad (puede jugar de medio centro ofensivo, de falso nueve o de extremo izquierdo a pierna cambiada) y su buena condición técnica, aunque debe mejorar en el aspecto físico (no ha completado del todo su desarrollo) y resistencia, dos cuestiones a las que Coudet concede una importancia esencial.

La falta de experiencia es un factor común en ambos futbolistas, que son parecidos, pero en absoluto incompatibles. Veiga saltó a la palestra a comienzos de la pasada temporada de la mano de Óscar García Junyent, que lo hizo debutar en Mestalla frente al Valencia, aunque su encuentro más destacado lo firmó seguramente el porriñés cuando fue titular en Balaídos contra el Barcelona. Aquella campaña el canterano celeste disputó en Primera 117 minutos repartidos en 6 encuentros. En el pasado ejercicio, el porriñés contabilizó 101 minutos en 7 partidos, con cierta continuidad en el tramo final de la temporada. Swedberg no ha debutado aún en LaLiga, pero su fulgurante irrupción en la Alsvenkan le augura un gran futuro con el Celta en cuanto se adapte a la competición española.

El club celeste no tiene prisa por renovar a Miguel Rodríguez

Tras garantizarse en mayo pasado la continuidad de Gabri Veiga hasta junio de 2026, la gran prioridad del Celta a efectos de cantera es renovar el contrato de Miguel Rodríguez, la otra estrella en ciernes de la casa. La ampliación contractual del joven delantero redondelano es una prioridad, pero no una urgencia, pues a diferencia del centrocampista porriñés, Miguel tiene dos años más de contrato, sin posibilidad de corte, con lo que el club tiene asegurada su continuidad como mínimo hasta 2024. Con un decena de fichajes por delante y las renovaciones de Iago Aspas y Hugo Mallo, entre otras pendientes, la ampliación contractual del joven talento canterano se aplaza de momento, pero se descarta que puedan entablarse negociaciones una vez que el club haya despachado asuntos más urgentes. El Celta no va a esperar al último momento para cerrar su renovación. Hay que tener en cuenta que la prórroga del contrato de Rodríguez es la única que el Celta tiene pendiente de la nueva hornada de futbolistas canteranos que vienen pisando fuerte. Sergio Carreira renovó hasta 2025 antes de salir cedido al Mirándes, Carlos Domínguez amplió en enero su contrato hasta 2026, Veiga también tiene contrato hasta 2026 y José Fontán también amplió su vínculo con el Celta antes de salir cedido al Go Ahead Eagles.

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