Eduardo Coudet prioriza lo positivo sobre lo negativo en el análisis de esa montaña rusa que fue el encuentro de ayer. “No era para un 0-3 el primer tiempo. Hubo cuatro situaciones claras de cada lado, ellos metieron tres y nosotros no pudimos meter ninguna”, indica Coudet en el inicio de su resumen. “Siempre que te hacen goles hay cosas que corregir pero es difícil que no te llegue el Barcelona”.

Resulta obligado preguntar qué instrucciones o arenga dio en el vestuario para variar el rumbo del choque. “Hablamos de ajustar alguna cosa, pero sobre todo de creer que lo podíamos remontar. Hablando mal y pronto estoy orgulloso del equipo por ir a buscar un partido intentando jugar bien al fútbol, con muchos huevos, siempre respetando nuestra forma de jugar”.

“Terminamos remontando un partido con mucha personalidad, con la gente que nos acompañó en un primer momento. Termina siendo un punto importante pero ahora, si miras el partido en sí, me parece que hubiéramos merecido los tres por un montón de cosas”. Insiste en que “la primera mitad fue pareja”, lo contrario que la reanudación: “En el segundo tiempo nos anularon dos, así que hicimos cinco goles. Tengo que ver bien la jugada de Thiago. A mi, en el campo, me parece que era para revisarlo un poquito más. Por lo menos para revisarlo. Ya no podemos hacer nada”, indica sobre el posible penalti de Mingueza a Galhardo.

“Nos hubiese encantado que durara cinco minutos mas el partido. Nos quedamos con muy buenas sensaciones”, comenta el Chacho, que mira al futuro: “Ahora tenemos dos semanas para preparanos y medirnos a otro equipo de jerarquía como es el Villarreal. Me voy muy contento, sobre todo por cómo se cerró”.

El preparador celestre mostró su agradecimiento a la afición: “Son partidos emocionantes en los que la gente acompaña hasta el final. Ahora me duele la garganta, me duele la cabeza”.

Valoró la aportación de Beltrán, cuya suplencia explicó: “Fran está en un momento muy bueno pero no había podido entrenar en dos o tres días. No sé si lo han tenido que infiltrar o no pero tenía un pie malo. Lo hablé con él. No sabíamos cómo iba a responder. Entró de la misma manera que lo viene haciendo en los últimos partidos. Tengo que decir con una mano en el corazón que es el jugador que más ha crecido futbolísticamente desde que llegué. Ese es el reconocimiento que yo puedo dar, diciéndolo públicamente”.

También dirigió sus mimos hacia Aspas, para quien había pedido una ovación en el minuto 10 y al que le susurró algo en el oído al acabar. “Nos cruzamos en realidad. (Le dije que) que se iba a enderezar, se iba a revertir; que tenía que tener confianza. Él venía viviendo una situación difícil porque nunca había tenido una racha de tantos partidos sin sentirse cómodo. El segundo tiempo de Iago es espectacular, más allá de los goles, por todo lo que generó. Le va a venir muy bien. Pero nosotros nunca dejamos de creer en él y la gente nunca dejó de creer en él. Estaba muy emocionado él. Esto va a ser un lindo trampolín”.