Giro de gozne en la dinámica económica del Celta, al paso de la crisis global generada por la pandemia. El club céltico ha cerrado el ejercicio 2019-2020 con diez millones de beneficio después de impuestos. Una cifra facilitada en gran medida por plazos y amortizaciones en varias operaciones de compra y venta. Las cuentas han sufrido el impacto de la crisis y las grietas se agravarán pese a la austeridad. El Celta va a reducir su presupuesto de los casi 107 millones reales que ha llegado alcanzar a los 70 que ha fijado para la temporada en curso. Y en la cúpula de Príncipe estiman que cerrarán este ejercicio con pérdidas superiores a 10 millones, que obligarán a emplear parte de lo ahorrado durante la última década. A corto plazo y en lo que afecta a la configuración del primer equipo, no se podrá ampliar el tope salarial en el mercado de invierno.

Mercado de invierno.

El Celta inició la temporada 2018-2019 con un tope salarial de 47,4 millones, lo elevó a 53,9 y acabó consumiendo 52,2. En la temporada 2019-2020 pasó de 52,1 a 67,3 y consumió 69,7, rebasándolo. El tope inicial de esta temporada es de 54. Y no habrá subida en el mercado de invierno. El Celta solo podrá reforzarse si da salida a jugadores.

Incremento salarial.

Al Celta lo maniata el incremento en la masa salarial que ha experimentado en los últimos años debido a las renovaciones al alza y a fichajes de mayor caché, aunque muchos no hayan rendido de manera acorde sobre el césped. El equipo ha pasado de gastar 37 millones en su plantilla a 44. La Operación Retorno también se palpó en los derechos de adquisición de jugadores, que pasaron de 54,2 millones en la temporada 18-19 a 81 en la 19-20 en la relación inicial y de 81 a 90 en el saldo final. La ratio de gasto en la plantilla ha subido del 36 al 41 por ciento.

Cierre con asteriscos.

El Celta ha cerrado con ganancias, aunque mejores de las esperadas, un ejercicio mucho más perjudicial para otros clubes. Declara 14,9 millones de beneficios, que son 10 después de impuestos –fueron 21 el año pasado– e incrementa tanto su activo como su patrimonio neto y pasivo de 160,8 millones a 174,5. Pero aunque los datos son auténticos, fiables y refrendados por los auditores, en Príncipe advierten que se ven favorecidos por el cambio de amortizaciones en el ir y venir de los jugadores.

El golpe del covid.

En la cuenta de operaciones ya se retrata la reducción en el importe neto del volumen de negocio, de 67 millones en lo examinado en junio de 2019 a 65 un año después, con reducciones sensibles en partidas como abonados y socios (de 5,8 a 4). Los clubes se han sostenido gracias a los derechos audiovisuales, que en el caso celeste han pasado de 51,6 a 52,4.

Desde 2009.

El informe de gestión sostiene que los beneficios continuados “permiten a la sociedad asumir ambiciosos retos futuros, con la solvencia necesaria para llevarlos a cabo”. Todas las ratios apuntan al “equilibrio financiero”. El Celta figura en tercera posición en el escalafón de actores financieros de la UEFA, por detrás de Leganés y Eibar y por delante de Ajax. Pero en la cúpula se mueven más entre la cautela y el pesimismo. Lo cierto es que el Celta había cerrado todos los ejercicios de manera positiva desde 2009. Pero ahora prevé unas pérdidas de entre 10 y 12 millones. Aunque la cifra variará y podría incluso revertirse en caso de que hubiese traspasos de jugadores, no es lo probable.

Echar mano a los ahorros.

El Celta ha superado los 110 millones de beneficios en la suma de los últimos años. Aquel club que entró en proceso concursal en 2008 con 67 millones de deuda dispone ahora de más de 38 millones de fondos propios. Si se confirma el cierre en negativo del ejercicio, la directiva tendrá que recurrir a ellos. Porque además no se contempla en ningún caso paralizar las obras de la ciudad deportiva.

Ciudad deportiva.

Las cuentas contemplan la mudanza paulatina de la ciudad deportiva de A Madroa a la de Mos, tanto en las adiciones de inmovilizado como en el gasto en las obras. A 30 de junio de este año se habían invertido más de 2,6 millones.

Ventas.

Las cuentas concretan que el resultado procedente del traspaso de jugadores en la temporada 19-20 fue de 34,8 millones, cuando en la temporada anterior había sido de 28,7 millones.

Los flujos del grupo.

Las cuentas célticas consignan que Carlos Mouriño ha incrementado su control de la sociedad anónima deportiva. Al adquirir las acciones de Play Internacional BV (jugadores que eran acreedores y habían convertido la deuda en títulos, con Placente como pilar), el Grupo Corporativo Ges S.L, a través del cual Mouriño detenta sus acciones, ha pasado de poseer el 57,3 al 67,9 por ciento del capital social. Y el Celta S.A.D. es el titular de la sociedad Afouteza e Corazón, que incluye ASede. Precisamente los negocios que se vehiculaban a través de esta sociedad, como los gastronómicos o las tiendas oficiales, han sido especialmente sensibles a la pandemia. Afouteza e Corazón se creó con 100.000 acciones de un euro y el 30 de junio se efectuó una ampliación de 400.000 acciones más con ese valor nominal. Además de que Afouteza o la Fundación Celta han recibido inyecciones, cuestiones internas del grupo empresarial de Mouriño han llevado a que la SAD concediese un crédito de 2 millones al Grupo Corporativo Ges.

Freno a la expansión.

El Celta había acometido, antes de la irrupción del Covid-19, un proceso de expansión por los mercados internacionales que había incrementado su volumen de negocio en este campo de 4 o 5 millones a 9. Esta línea exige una fuerte inversión previa, para darse a conocer, a la que ahora mismo no se le puede sacar todo el jugo. Por otra parte, el club había incrementado su plantilla laboral, de 106 a 108 empleados como media.

Donación.

El Celta donó 262.000 euros en material médico al Área Sanitaria de Vigo para ayudar a paliar necesidades derivadas de la lucha contra el Covid.

Otros derechos de tv.

El Celta suscribió en 2019 un contrato de cesión de los derechos televisivos del Memorial Quinocho a la TVG por 10.000 euros; el contrato con el ente autonómico por los derechos ligueros del Celta B es de 60.000 euros por campaña.

Litigio.

El club, entre sus provisiones, ha incluido una de 252.000 euros debido a un litigio contra miembros del cuerpo técnico de la temporada 2017-2018.

Dinero de la UEFA.

Las cuentas siempre ofrecen detalles llamativos. El Celta ingresó en 2019 135.700 euros de la UEFA por la cesión de jugadores a las selecciones que disputaron la UEFA Nationes League y la Euro 2018 y 822.000 euros de la FIFA por los que jugaron el Mundial de Rusia.

Las cuentas del Celta

Las cuentas del Celta Simón Espinosa