Al Celta le sobraron ayer los diez primeros y los diez últimos minutos del partido en el Sánchez Pizjuán para llevarse un resultado positivo tras una buena actuación coral ante el Sevilla, al que puso en serios apuros después de remontar un marcador adverso con goles de Aspas y de Nolito y generando claras ocasiones por parte de Brais Méndez, Hugo Mallo, Aspas y un Santi Mina que realizó una de sus mejores actuaciones desde que regresó a Vigo. El estreno de Eduardo, ‘Chacho’, Coudet como entrenador céltico se vio empañado en la recta final del encuentro por dos acciones en las que los sevillistas aprovecharon los desvíos del balón de Tapia y de Murillo para sorprender a Rubén Blanco. Tras el relevo en el banquillo, el conjunto celeste volvió a recuperar la pasión por el juego intenso y con riesgo. Ayer, la fortuna se alió con el rival, que tuvo que poner en acción todo su potencial de equipo de Liga de Campeones para doblegar a un Celta que inició el partido en la penúltima posición de la tabla tras los empates del Huesca y el Levante, que le igualan a 7 puntos. Coudet, que no pudo sentarse en el banquillo por problemas burocráticos con su licencia, dispone ahora de una semana con toda la plantilla para seguir trabajando un estilo de juego con el que sus futbolistas se sienten identificados y con la capacidad suficiente para revertir una situación enquistada desde hace dos años.

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Las fotos del Sevilla - Celta AFP / EFE

El mal resultado en el Sánchez Pizjuán no empaña, sin embargo, la buena imagen ofrecida ayer por un equipo con buena parte de su plantilla cuestionada desde hace tiempo, que deambulaba por la competición sin un claro patrón de juego. Ayer, el Celta mostró parte de su potencial con el ideario de Coudet, que apuesta por la intensidad, la calidad, el riesgo y el vértigo. Y así se mostró después de aguantar a duras penas el chaparrón que le cayó en los primeros diez minutos.

El Sevilla intentó aprovechar ese proceso de cambio sistemático en el equipo celeste poniéndole un ritmo vertiginoso a los primeros minutos del partido, con Navas y Ocampos destrozando la banda izquierda rival. Antes del gol de Koundé (minuto 5), al aprovechar un rechace de Rubén Blanco tras un remate de Diego Carlos a un saque de esquina en corto de Jordán, el Sevilla generó tres claras ocasiones que desaprovecharon Ocampos, En-Nesyri y Oliver Torres. La defensa del Celta hacía aguas, con Rubén Blanco achicando balones, como el segundo que le envió Ocampos tras el 1-0.

El conjunto vigués, sin embargo, aprovechó un momento de relajación del Sevilla para montar una jugada entre Tapia y Hugo Mallo. El lateral, otro de los que se transformó con el cambio de entrenador, buscó un centro cerrado que Vaclik intentó despejar a córner. El balón, sin embargo se estrelló en el palo y el rechace lo aprovechó Iago Aspas para establecer la igualada en el marcador. El moañés sumaba su quinto tanto del curso y con él llegaba la transformación del Celta, como si tomase la determinación de comenzar una nueva etapa en la que la propuesta de juego se parece más a la que disfrutó en la segunda mitad de la temporada de Luis Enrique Martínez o en buena parte de los tres años con Eduardo Berizzo.

Para su estreno como entrenador céltico, Coudet repitió el mismo once que Óscar García en Elche, en su despedida. Pero después del atolondramiento inicial, el Celta comenzó a dominar al Sevilla desde una defensa de cuatro adelantada, con Tapia de pivote, además de Denis Suárez, Brais Méndez y Nolito en la línea de medios y próxima a Aspas y a Mina. Y con todos ellos muy juntos y solidarios, comenzó a fluir el juego de combinaciones y paredes que en el minuto 36 culminó Nolito con su primer gol de la temporada. Como quiere Coudet, el Celta llegaba al área rival con muchos efectivos y el gaditano aprovechaba una excelente jugada. La inició Aidoo para Brais Méndez, continuó Denis Suárez e intentó culminarla Aspas, pero su disparo lo rechazó el portero sevillista. Y entonces apareció Nolito para que la bola cayera en la tronera, pero sin celebraciones por parte del sanluqueño por respeto a su anterior equipo.

Era el minuto 36 de partido, y sorprendía la incapacidad del Sevilla para frenar a un rival que ganaba los balones divididos, se multiplicaba en las ayudas y apenas dejaba espacios. La desesperación de Ocampos reflejaba por momentos la frustración del equipo local, que pudo irse al descanso con mayor desventaja si el disparo de Nolito hubiese trazado una mayor comba. Pero en los minutos de prolongación, el Sevilla vio de nuevo la luz. Navas puso un centro maravilloso para En-Nesyri. Mallo y Araújo, que acababa de sustituir al lesionado Aidoo (con problemas en los aductores), no pudieron impedir el remate de cabeza del marroquí. Después de una intensa batalla, volvían las tablas al marcador.

Y nada más reanudarse el juego, Brais Méndez pudo adelantar a los célticos, pero su remate tras un pase de Aspas lo despejó a córner el portero del Sevilla. Superada la hora de juego, el Celta pudo encarrilar la victoria, pero Vaclik volvió a lucirse en un remate de Aspas y en otro a bocajarro de Mina, a pase de un Hugo Mallo que había rejuvenecido tres años de repente.

El intenso juego requería actores de refresco. El Sevilla puso en escena entonces a De Jong, Munir, Óscar Rodríguez e Idrissi. Coudet, confinado a la grada, planteó un doble pivote con Okay, que sustituyó a Nolito.

A continuación, Mallo se asomó al área grande rival y su disparo con la izquierda se fue a centímetros del palo largo de Vaclik. A partir de ahí, el Sevilla aprovechaba la frescura de los recambios para darle una marcha más al partido, mientras el Celta parecía ahogarse. Coudet no consideró necesarios más cambios. Y en el minuto 85 llegaba una jugada de infortunio para los célticos. El remate de Escudero desde fuera del área lo desviaba un agotado Tapia y sorprendía a Rubén Blanco, que un minuto después también observaba cómo el remate de Munir se iba a la red tras tocarlo Murillo.

A pesar del 4-2 en contra, el Celta no bajó la cabeza y reclamó un penalti a Olaza, pero Aspas había iniciado la jugada en fuera de juego. Así se cerraba el debut de Coudet como entrenador de un Celta que tiene mucho trabajo por delante para poder salir del pozo, pero la apuesta de juego parece la adecuada pese al mal resultado de ayer. El domingo recibe al Granada del vigués Diego Martínez. Otra prueba exigente para el ‘Chacho’.

¿Quién ha sido el mejor jugador celeste en el Sevilla - Celta?

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