La pandemia sigue alterando la pretemporada del Celta, que ha visto cómo en las últimas horas se producía el tercer positivo en Covid-19 en su plantilla. El portero Sergio Álvarez no superó la última prueba PCR y tendrá que permanecer aislado en su domicilio. Su compañero Brais Méndez se ha reincorporado a los entrenamientos después de acumular dos test negativos y cumplir la cuarentena en casa, donde permanece Santi Mina, que también tuvo que suspender los entrenamientos por los efectos de la pandemia.

Sergio Álvarez se encontraba en el proceso de recuperación de la lesión de rodilla que sufrió a finales de la pasada temporada y que le impedirá iniciar la próxima al menos hasta octubre o noviembre. El guardameta de Catoira no superó el último control del coronavirus al que se sometió el equipo celeste, siguiendo los protocolos sanitarios a los que están obligados los futbolistas para poder entrenar en grupo y celebrar amistosos como el que esta tarde enfrenta al Celta contra el Oviedo en Balaídos (18.30 horas, Celta Media).

El guardameta céltico ya no acudió a A Madroa en la jornada del martes, en cuyas sesiones de entrenamiento sí participó su compañero Brais Méndez, el primer caso de coronavirus en la pretemporada del Celta junto a Santi Mina. El delantero vigués, por su parte, no ha podido incorporarse todavía al trabajo con el resto de compañeros, pues los médicos exigen que encadene dos negativos en las pruebas PCR para abandonar la cuarentena.