La afición del Celta consiguió ser Celtael año pasado la mejor de todo el fútbol español, no tanto por estar presente cuando todo iba sobre ruedas, sino por aparecer en los momentos agónicos del equipo, con medio pie en la segunda división. Nació por entonces el fenómeno bautizado como "A Nosa Reconquista", coetáneo a las celebraciones que la ciudad brindaba en esas fechas a la expulsión de Vigo de las tropas invasoras de Napoleón en 1809.

Nueve meses más tarde, ha vuelto a renacer ese sentimiento y cerca de 2000 aficionados celestes se han agrupado este mediodía en el entorno de Balaídos-a pesar de la pobre entrada en el estadio- para llevar en volandas a los de Óscar García y poder alentarlos para salir de los puestos de descenso que ahora ocupan. Ha regresado a la memoria de muchos la sensación que se respiró ante el Villarreal, Real Sociedad, Girona y Barça. Ya lo había dicho el presidente Mouriño tras finalizar la temporada pasada: "Corregiremos errores para que no volvamos a tener problemas, pero podría volver a ocurrir".

Baño celeste para recibir al Celta en Balaídos. // Marta G. Brea-

Bengalas, gritos y ánimos recibieron al autobús del Celta a su llegada al estadio en la previa de un choque crucial en el que no saldrán de la partida ni Hugo Mallo ni Santi Mina. El canterano Kevin Vázquez y Pione Sisto ocuparán sus puestos hoy.

Antes de esta cita, los celtistas pudieron disfrutar en Balaídos de una chocolatada con una posterior donación de alimentos y juguetes en el museo del club.

Justo antes del pitido inicial, se guardó un minuto de silencio en memoria de Miguel, un joven seguidor del conjunto de Príncipe que falleció a los 15 años de edad. También se le recordó a las 12.00 horas en una convocatoria de las peñas en la zona de Tribuna.