Fran Escribá afronta tranquilo y relajado su inestable situación al frente del Celta. La directiva mostró su apoyo incondicional al técnico, que espera completar la temporada en Vigo porque se muestra "convencido de que el año será bueno" para el Celta, que hoy recibe a una Real Sociedad con gente "muy habilidosa", además de estar llamado casi siempre a pelear por puestos europeos. Para hacerle frente, Escribá espera que el Celta sea "mucho más intenso" que en Vitoria.

"No trabajo con ese nerviosismo o con esa duda. Cuando uno tiene problemas siempre he sido de afrontarlos, pensando en mejorar. En mi caso, cuando puede ocurrir una situación de este tipo [la destitución], no he trabajado pensando en las consecuencias del partido. Pienso en ganar a la Real, es lo único que me quita el sueño. Si por el camino, no ahora, el mes que viene o antes de acabar la temporada, se da [la destitución], es parte de nuestra profesión", comentó ayer Escribá sobre su situación.

"Es lógico que pueda haber cierto run run, pero no vivo pendiente de eso ni me preocupa. Me preocupa que el equipo mejore, gane y que por el camino seamos todos más felices", dijo el valenciano antes de contestar a la pregunta de si afrontaba el partido de hoy como si pudiese ser el último al frente del Celta. "No pienso en ello. Mal haría mi trabajo si pienso en mí a la hora de tomar decisiones. Pienso en el equipo y en el club. Lo hice desde que llegué aquí. La gente, cuando voy por la calle, me está agradecida por el esfuerzo que hicimos el año pasado en una situación casi irreversible. Lógicamente están decepcionados, pero conmigo la gente sigue siendo muy cariñosa. Yo siento ese cariño, aunque los resultados malos ponen siempre en cuestión al entrenador. Como dije el año pasado, si para que este equipo creciera yo tenía que irme y no renovar, me iba encantado, porque vine con un objetivo que era evitar el descenso, y se evitó. Digo lo mismo ahora: quiero quedarme, estoy convencido que la campaña será buena", insistió en su respuesta el valenciano.

Convencido de que el Celta saldrá adelante y mostrándose ajeno al debate sobre su continuidad, Escribá habla muy bien del rival de este mediodía en Balaídos. "La Real es un equipo que tiene jugadores, en situaciones de tres cuartos, muy habilidosos, de muy buena conducción, muy rápidos. Tenemos que ser mucho más intensos en esa disputa; de lo contrario, sufriremos como el otro día", indicó el preparador céltico.

"Es un equipo similar en algunas cosas al del año pasado. Lleva una estructura de jugadores con muchas temporadas juntos, se conocen y juegan muy bien. Y ha tenido incorporaciones muy interesantes. Estamos viendo el rendimiento tan bueno de Odegaard. Encaja muy bien. Es uno de los equipos que siempre está llamado, todos los años, a disputar plazas europeas. Tiene un potencial muy bueno, pero no nos tiene que asustar. Es un equipo que si le dejas crecer y que dominen el tempo, tienen jugadores que se asocian bien, son verticales. Es importante no dejarles coger su ritmo y jugar al que nosotros nos interesa". El año pasado competimos contra un equipo que venía muy bien y les ganamos en un buen partido", recuerda el técnico del Celta.

Escribá espera que sus jugadores se crezcan ante el reto de ganar al equipo de moda: "Sabemos que si damos nuestro mejor nivel, estamos en condiciones de ganar. Hemos rendido mejor contra equipos que se pueden considerar superiores", concluye.