La presencia de chavales de la cantera en los entrenamientos del primer equipo acostumbra ser habitual en los últimos tiempos, especialmente durante los parones de selecciones, cuando la ausencia de los jugadores internacionales (cuatro en la presente fecha FIFA) resta efectivos al equipo. No es extraño en estos casos, que el entrenador llame a chicos del conjunto de División de Honor, incluso del Juvenil B, como ocurrió ayer con el centrocampista Mario Cantero. La presencia del chico con los mayores no habría pasado de una mera anécdota de no ser porque Cantero procede de una larga estirpe de jugadores celestes. Mario pertenece a la tercera generación de una familia que ha defendido los colores del equipo vigués a lo largo de las últimas décadas. Su abuelo fue José Antonio Cantero, futbolísticamente conocido como Cantero, que defendió la portería celeste durante dos campañas, entre 1962 y 1964. El padre de Mario es el exdefensa Nacho Cantero, que vistió la zamarra céltica durante tres temporadas, entre 1989 y 1992. El chico sueña con seguir sus pasos de alcanzar el primer equipo.