Fran Escribá se convierte tras su renovación en el décimo entrenador que iniciará una temporada durante el mandato de Carlos Mouriño y el tercero, tras Hristo Stoichkov y Eusebio Sacristán que inicia un proyecto tras producirse un relevo en el banquillo.

El primero de los técnicos de la era Mouriño fue Fernando Vázquez, que el actual presidente heredó de su predecesor, Horacio Gómez, tras clasificar de forma brillante al equipo para la Europa League solo un año después de lograr el ascenso de categoría. Los malos resultados cosechados por el santiagués en su tercer año al frente del equipo propiciaron su destitución a nueve partido del final de Liga. El testigo lo tomó Hristo Stoichkov, que no logró eludir el descenso de categoría. Stoichkov inició la temporada siguiente en Segunda pero fue despedido a las siete jornadas y sustituido por Juan Ramón López Caro, que tampoco duró mucho en el banquillo. A López Caro le siguió Antonio López, a la sazón segundo entrenador, que posteriormente fue relevado por el técnico del filial, Alejandro Meléndez.

Para la siguiente campaña el elegido fue Pepe Murcia, relevado en el último tercio de la Liga por Eusebio Sacristán, que inició el curso siguiente dando protagonismo a la cantera. El club no renovó a Eusebio y contrató a Paco Herrera, que ascendió al equipo en dos temporadas pero no concluyó su año en Primera siendo relevado por Abel Resino. Aunque éste salvó al equipo y tenía contrato en vigor, Luis Enrique se hizo cargo del equipo al año siguiente con buenos resultados antes de firmar por el Barcelona.

Al asturiano le siguió Eduardo Berizzo, que completó tres grandes campañas, pero no llegó a un acuerdo de renovación con el club para un cuarto año. Le siguieron Juan Carlos Unzué, que completó la temporada, pero a quien no se le prorrogó el contrato y ya este último año Antonio Mohamed, Miguel Cardoso y Fran Escribá.