Míchel Salgado ha vuelto a sus orígenes. El carismático exfutbolistas del Celta y el Real Madrid prepara en A Madroa con el equipo que alumbró su brillante carrera futbolística un "ilusionante" salto a los banquillos, su próxima etapa profesional. "Estoy encantado con el Celta por dejarme hacer las prácticas del curso UEFA Pro y por cómo me trataron a la hora de trabajar con la cantera y con el primer equipo. Es un lujo hacerlo en el equipo en el que me formé y en el que comencé mi carrera profesional", declaró ayer tras la práctica de ayer el exinternacional, que no descartó dirigir en un futuro al equipo celeste. "Nunca se sabe si algún día entrenaré al Celta. Hay que dar pasos y estoy en período de aprendizaje", declaró.

Mucho más claro tiene Míchel el futuro inmediato del equipo que dirige Fran Escribá. "Estoy totalmente convencido de la salvación del Celta. Hace mes y algo la situación era mucho más complicada. Tras la llegada de Escribá y los siete puntos sumados, ahora el equipo se siente mucho más cómodo en casa", subrayó Salgado. Y agregó: "No es el momento de mirar atrás ni hacer crítica. Eso ya llegará cuando llegue el final de temporada. Hay un punto de inflexión que fue el partido contra el Villarreal y la vuelta de Iago Aspas, que es un jugador muy importante dentro y fuera del campo para el Celta".

El exceleste, admitió que, como en el caso del Real Madrid, la temporada del Celta ha estado por debajo de las expectativas, al tiempo que destacó la gran importancia del próximo duelo ante el Girona. "No pensé que el Celta iba a sufrir tanto. Es una plantilla, que por juventud, es para trabajar con ella cara al futuro. Pero todo pasa por la salvación. El partido ante el Girona es clave. El entrenador ha hecho entender a la plantilla la lucha en la que estamos. Creo que hizo daño el hablar de Europa a principio de temporada porque la plantilla no es realista con la situación en la que están cada domingo. La comunión con la afición es vital", dijo.

Míchel Salgado opinó que Iago Aspas tendría un hueco en aquel Euro Celta que él disfrutó y maravilló en el cambio de siglo, aunque no quiso calificarlo como el mejor jugador de la historia del club vigués, título que reservó para Vlado Gudelj. "Es el que para mí es el jugador más importante de la historia reciente del Celta porque llegó en un momento complicado", apuntó el canterano, que no escatimó elogios hacia la calidad y versatilidad del futbolista moañés.

Míchel confesó que se ha encontrado con un club muy distinto "en instalaciones y metodología" al que vivió en su etapa de canterano y que ha dado "un salto cuantitativo y cualitativo",

El exmadridista expresó también su satisfacción por el hecho de que su hijo Miguel, de 13 años, haya elegido iniciar en Vigosus pasos como futbolista. "Es precioso verlo vestir la camiseta del Celta", aseguró.