Rubén Blanco apela a la "tranquilidad" y a la "unión" del vestuario para superar la delicada situación en la que se encuentra su equipo, con solo dos puntos de ventaja sobre los puestos de descenso. "La solución pasa por ser un equipo, por tener las ideas claras y estar unidos. Llevar en la mochila un descenso el resto de tu carrera es algo que a nadie le gustaría. Detrás del equipo hay una afición, una ciudad y un club, solo por eso hay que pelear hasta el final", declaró a Efe el cancerbero mosense, que se ha afianzado en la titularidad desde la llegada de Miguel Cardoso al banquillo de Balaídos,.

Rubén ya vivió una situación similar cuando Abel Resino lo hizo debutar en Primera División con 17 años frente al Real Valladolid en Zorrilla. "Aquella temporada (2012-13) entrenaba todos los días con el primer equipo pero no era consciente de lo mucho que nos jugábamos al estar peleando por evitar el descenso. Entonces era un niño y no percibía todas las cosas que ahora sí percibo, quizás por la edad ahora lo vivo de otra manera", comentó.