El éxito del Petit.F.C., el equipo vigués que en 1905 venció por primera vez a ese Exiles formado por empleados del Cable Inglés, fue el que hizo que se formaran nuevos equipos de fútbol en toda la ciudad. Era tanta la afición que ya había por el "foot Ball" que el 23 de julio de ese mismo año se llevaba a cabo el primer choque de rivalidad provincial entre el Vigo F.C. y el Pontevedra. A este partido acudieron un gran número de aficionados de la capital al "Relleno", donde el Vigo se alzó con la victoria por 2-0.

Meses más tarde fueron apareciendo más clubes en este ambiente futbolístico, entre los que se encuentra el Fortuna C.F. Y en 1906, cuando los equipos hasta entonces de nueve jugadores se componían ya de once, el Vigo y el Fortuna polarizaron una gran rivalidad, que acaparó toda la atención de los aficionados vigueses. Sus dirigentes solo contaban con el apoyo de sus socios. Los partidos se disputaban a campo abierto y era en el intermedio de los mismos cuando se podía recaudar algo al pasar unas señoritas el "paño", en el que cada aficionado dejaba la cantidad que podía o creía conveniente.

Como en otras localidades de Galicia nacían otros clubes de "foot ball", se organizó una competición a nivel regional a la que se le dio el nombre de Campeonato de Galicia. Se le intentó otorgar una cierta importancia con la disputa de una copa donada por el Rey de España, cuya gestión habían realizado los señores Rodrigo Alonso y Federico Pérez de Castro. Ambos, en Nigrán, le habían pedido al entonces ministro de Hacienda, señor Urzaiz, que intercediera ante su Majestad para que donase el trofeo con el que se quería realzar ese "Iº Campeonato de Galicia de Foot Ball".

Aún recuerdo yo las copas ganadas por el Vigo y el Fortuna, en la vitrina del Celta, cuando estaba en la Calle Reconquista. Eran unas copas casi iguales entre si, todas ellas, de poca presencia pero de un valor histórico futbolístico incalculable. Igual que recuerdo los grandes y pequeños cuadros con fotografías históricas de la época, así como mucha otra documentación, del alquiler de Balaídos y de la venta que le propuso el ayuntamiento al Celta, creo recordar que por la misma cantidad de dinero que había empleado en su compra, que según se decía había sido de cuatrocientas o quinientas mil pesetas. Todo eso sería tirado a la basura. Por eso el llamado Museo del Celta está completamente falto y huérfano de una historia de tres equipos que dieron a conocer por toda España y fuera de ella a la "aldehuela de pescadores".

Siendo un jugador joven, me apasionaba esa historia del Celta, que me contaban nada menos que el gran defensa olímpico de la época, Luis Casas Pasarín, durante los largos e interminables viajes en el "Lanzallamas", así como mi inolvidable amigo Enrique Macías, socio infantil del Vigo Sporting, en el que jugaba su primo Karito de defensa, y del Celta, tanto él como su esposa Carmiña, hasta que se alejó de nosotros a sus 92 años. En mi corazón y mi memoria también él estuvo en el homenaje del pasado día 1 de diciembre, sonriéndome satisfecho por contar, documentalmente, la historia que él tan amenamente me narraba todos los días en el café. ¡Todo fue muy emotivo aquella noche! ¡Qué gran homenaje y alegría fue para todo el celtismo! Sin acciones ni votos, solo con el Celta en el corazón.

Volviendo a aquellos tiempos iniciales, en las eliminatorias previas a la final del "Iº Campeonato Gallego de Foot Ball", el Fortuna se deshizo del Hispania y el Vigo del Pontevedra Sporting Club. Y si el realce para este campeonato se había buscado con la copa donada por el Rey de España, la emoción la pusieron los dos finalistas: el Vigo y el Fortuna. Se midieron en un "Relleno" en el que se había concentrado el todo Vigo futbolístico, y al que incluso habían acudido gentes de otras localidades, que no querían perder la gran final entre los dos equipos rivales más representativos del fútbol vigués. Final que, en un partido disputadísimo de gran rivalidad, terminó con un empate a cero.

Habiendo terminado aquella final sin vencedores ni vencidos, la emoción y expectación subieron todavía más al tener que repetirla ambos clubes. Lo que hizo que el "foot ball" fuera el centro de atención, no solo de Vigo sino de todas localidades de su entorno y de la provincia, así como de otras muchas partes de Galicia. Con el "Relleno" al completo se volvió a jugar un segundo partido para ver cuál de los dos equipos rivales se alzaría con el primer título de campeón de Galicia y con la Copa de S.M. el Rey de España.

Tampoco en esta segunda final, con el "Relleno" a rebosar, ninguno de los dos grandes rivales se alzó con el triunfo, lo que hizo encandilar todavía más a la afición por el "foot ball". Fue necesario jugar una tercera final, lo que hizo que en el "Relleno" se concentrara todavía más público que nunca. Y aunque ambos equipos jugaron con el mismo coraje y emoción que las dos anteriores, el único gol que se marcó en el partido le dio el triunfo, la Copa y el título de campeón de Galicia al Fortuna F.C.