El Celta pondrá todo los medios a su alcance para que Miguel Cardoso pueda contar el próximo sábado contra el Levante con Maxi Gómez , expulsado con doble tarjeta amarilla en el Coliséum Alfonso Pérez en una controvertida decisión arbitral que ha levantado ampollas en el club y la afición celeste. La entidad que preside Carlos Mouriño anunció que hoy va a presentar alegaciones ante el Comité de Competición contra la segunda de las tarjetas amarillas mostradas por el colegiado asturiano Pablo González Fuertes al delantero uruguayo por protestar y aplaudir a continuación su decisión de castigar con penalti una acción entre Hugo Mallo y el centrocampista azulón Mauro Arambarri.

El Celta expondrá, acompañando su razonamiento de las imágenes de la jugada, que el árbitro le muestra las dos cartulinas al delantero con medio segundo de diferencia y a Maxi no le da, por consiguiente, tiempo a aplaudir después de la primera, tal como González Fuertes sostiene en el acta del partido.

Aunque no existe confirmación oficial, el club vigués tiene la intención de pelear el caso hasta el final, con lo que si Competición desestima sus alegaciones presentará el correspondiente recurso ante el Comité de Apelación.

La expulsión de Maxi Gómez fue la guinda del polémico arbitraje del colegiado asturiano en el Coliséum que ha indignado al Celta. En menos de 24 horas, el club celeste difundió a través de su página web un segundo comunicado de protesta, más sosegado, contra el arbitraje de González Fuertes en el Coliséum, en el que el club tampoco escatima críticas hacia la utilización el videoarbitraje, comúnmente conocido como VAR.

"El Real Club Celta quiere reiterar, desde la más absoluta tranquilidad y tras una pausada reflexión, su absoluto desconcierto y malestar por el arbitraje sufrido ante el Getafe, que ofreció decisiones totalmente incomprensibles", señala la nota. Se pregunta el club vigués si una actuación arbitral como la sufrida en el partido contra el Getafe "puede quedarse en el olvido por parte de los implicados sin un mínimo de reflexión y análisis" y si su gravedad "no es no es mayor, si cabe, dada la mala o nula utilización de elementos de apoyo y corrección como el VAR".

El Celta quiere saber igualmente "cuál es el criterio para señalar penalti a Hugo Mallo" y "por qué el árbitro no fue advertido desde el VAR" de lo que el club considera "un error manifiesto".

La entidad celeste expresa igualmente su perplejidad por el proceder de los responsables del videoarbitraje en el gol anulado al capitán celeste al final del primer tiempo. Censura el Celta que en una jugada "tan ajustada" como la del fuera de juego señalado a Mallo necesite "una revisión de tres minutos a través del VAR cuando anteriormente ante la duda no se señalaba fuera de juego".

"¿Por qué no se mostraron las líneas y en un partido posterior sí se hizo?", interroga. "Por qué el colegiado no señaló ninguna de las infracciones, algunas más que evidentes, que sufrió Maxi Gómez y después el delantero sufrió las dos amarillas más rápidas de la historia de esta competición", se pregunta a continuación el Celta, que cuestiona también que "ni el árbitro ni el VAR fuesen capaces de ver una clara mano dentro del área" del azulón Flamini.

"La revisión de las jugadas decisivas del partido no hace si no ratificar la postura del Celta, que fue perjudicado de manera incomprensible, en especial cuando el arbitraje dispone de elementos técnicos como el VAR para subsanar errores claros y manifiestos como los sufridos por el equipo celeste", concluye el comunicado.