El Celta se presenta a la última jornada de LaLiga del año 2018 en el Camp Nou (sábado 22, 18:30 horas) con buenas sensaciones tras lo mostrado por el equipo de Miguel Cardoso en sus tres últimas actuaciones en la competición doméstica, en la que ha sumado 7 de los 9 puntos en juego (ganó al Huesca y al Villarreal y empató frente al Leganés). Además, los cuatro goles en contra suponen otra buena noticia para los célticos, que mejoran sus registros defensivos.

El conjunto vigués comenzó la temporada con el claro objetivo de disminuir considerablemente el registro de 60 goles en contra de la temporada pasada. Esa vulnerabilidad tan acusada pasó factura a Juan Carlos Unzué. Su sucesor en el banquillo incluyó este dato negativo entre sus máximas preocupaciones a corregir para construir un equipo más competitivo y que tuviese opciones de pelear por los puestos europeos.

Antonio Mohamed fracasó en el intento de reducir la sangría de goles en contra y dejó un balance similar al que se encontró en Vigo. Con el entrenador argentino, el Celta encajó 20 tantos en las doce primeras jornadas, lo que supone una media de 1,6 goles por partido. Si ese porcentaje persistiese a lo largo de la temporada, el equipo celeste igualaría los registros que obtuvo con Unzué.

Esos números sobre el balance defensivo han mejorado desde la llegada de Miguel Cardoso. El cambio ha llegado a través de la posesión del balón. El incremento en esta faceta ha sido notable, pues pasó del 48,8 de media con Antonio Mohamed al 60,2 por ciento con Miguel Cardoso.

Desde la primera puesta en escena con el técnico portugués, el Celta mostró la intención de querer la pelota. Así lo hizo en Anoeta, donde el equipo vigués tuvo el balón un 52 por ciento, cuatro puntos por encima de una Real Sociedad que abrió el marcador de su triunfo por un error en la salida del balón de los célticos.

Tres jornadas sin perder

Después de ese tropiezo, los de Cardoso encadenaron tres partidos sin perder: ganaron al Huesca en Balaídos y al Villarreal en el Estadio de la Cerámica y empataron en casa ante el Leganés. Siete puntos de los nueve posibles convierten al Celta en uno de los equipos más en forma del último mes.

También ganaron la posesión frente al Huesca (59 por ciento), confirmando en esta ocasión que la mejor defensa se construye con el balón. Ante el equipo aragonés, el Celta sumaba su tercera jornada de la temporada sin encajar goles.

No necesitaron los de Cardoso superar al Villarreal en la posesión para llevarse los tres puntos de su visita a tierras castellonenses. Ese día, los célticos se quedaron en un 47 por ciento, pero aprovecharon la gran actuación de Brais Méndez y la pegada de uno de los tres equipos con más goles a favor de LaLiga para sumar su segunda victoria a domicilio en lo que va de curso.

Ante el Leganés, los celestes alcanzaron el 80,3 por ciento de posesión de la pelota. Ese dominio aplastante solo valió para sumar un punto, pero dejaron pocas ocasiones para que el rival se luciese en ataque. El conjunto madrileño realizó cinco remates sobre la portería de Rubén Blanco, que protagonizó dos buenas intervención ante el marroquí En-Nesyri. En cambio, sobre la portería de Cuéllar se produjeron quince lanzamientos. Uno de ellos lo estrelló en los postes el céltico Maxi Gómez.

Segunda mayor posesión

El Celta fue incapaz de superar la doble barrera defensiva que montó Mauricio Pellegrino el sábado pasado en Balaídos, pero los locales ejercieron un dominio aplastante a través del balón. Ese registro del 80,3 por ciento de posesión solo ha sido superado esta temporada por el Betis, en el partido que también le enfrentó al Leganés.El equipo sevillano alcanzó en esa ocasión el 82,4 por ciento.

El equipo de Cardoso mejora al de Mohamed en cuanto al dominio del balón (60,2 por ciento frente al 48,8. El entrenador portugués ha dejado constancia en su mes y medio de de trabajo en Vigo de sus preferencias por el fútbol de posesión que puso de moda el Barcelona, próximo rival del Celta.

El equipo catalán se mantiene como el dominador de la posesión en LaLiga, con el 62,2 por ciento de media. A un punto se sitúa el Betis. El tercer lugar es para el Real Madrid, con un 60,2 por ciento.El Eibar aparece en la cuarta plaza, con el 54,1, mientras que en la quinta asoma el Celta, con el 53 por ciento.

El rey de Europa en el dominio del balón ahora mismo es el Manchester City de Guardiola, con una media del 63,7 por ciento. Le sigue el Bayern de Múnich, con el 63,6 por ciento. Los azulgranas ocupan la tercera plaza.

La posesión, sin embargo, no garantiza las victorias, aunque es verdad que disminuye las opciones de los rivales en el juego ofensivo. De hecho, el Celta no pudo superar en esta jornada al Leganés, entrenado por Pellegrino, quien ha dotado al conjunto madrileño del notable entramado defensivo con el que triunfó en el Alavés el técnico argentino. El equipo vasco acabó con las ilusiones del equipo vigués de jugar la final de la Copa del Rey de 2017.El sábado ante el Leganés, los celestes tuvieron que conformarse con un empate sin goles, el primero que va de curso, a pesar de manejar el balón un 80,3 por ciento.

El anterior registro más notable del Celta en el dominio del balón se produjo ante el Alavés, la temporada pasada en Mendizorroza. Los locales ganaron por 2-1 a pesar de que los célticos tuvieron el balón un 73,6 por ciento del tiempo.

La posesión, sin embargo, no garantiza los triunfos, como bien sabe el Celta, que en la jornada anterior se llevó los tres puntos del Estadio de la Cerámica después de que el Villarreal dominase el juego con un 53 por ciento. Esa tendencia fue más acusada durante la breve etapa de Mohamed en Vigo. Entonces, el Celta practicaba un fútbol más directo, renunciando al juego elaborado que propone con Cardoso.El portugués, no obstante, mejora la posesión del equipo vigués, que suma más puntos y encaja menos goles ahora que antes con el argentino.