Maxi trata de llevar la situación con tranquilidad y Unzué responde a la cuestión como si el asunto no le quitase muchas horas de sueño y fuese simplemente un asunto exclusivo del club. Pero el proceso continúa. Es cuestión de tiempo que se resuelva definitivamente el traspaso de Maxi Gómez al fútbol chino, algo que se debería producir durante el parón de la Liga a finales del mes de diciembre.

Esta semana han vuelto a la ciudad los asesores del delantero uruguayo a tratar diversos aspectos relacionados con su contrato. No es la primera vez que lo hacen porque desde hace semanas es constante su presencia en Vigo para resolver este asunto.

En estas reuniones también han servido para que Maxi Gómez fuese deshojando la margarita. El Celta es partidario de la venta porque considera que no puede negarse a una oferta de veinte millones por un jugador muy joven y que hace unos pocos meses le ha costado una quinta parte de esa cantidad. El club uruguayo, Sporting Defensor, también quiere por el porcentaje de la venta que recibirá (cuantos más traspasos protagonice Maxi, mejor para ellos). Quedaba pendiente el futbolista que al principio era algo reacio a la posibilidad de irse a China, pero que en los últimos días ya empieza a asumir quedebe aprovechar la oportunidad de firmar un contrato que le asegura su vida con poco más de veinte años. El asunto avanza despacio, pero en la dirección que era fácil de prever: China.