La alemana Bayer investiga entre viñedos

Desarrolla proyectos en Vilagarcía con la bodega Viña Cartín

Profundizan en una viticultura sostenible y respetuosa con el entorno

Destacan las parcelas de Santa Mariña y Castroagudín

Los viñedos de Viña Cartín en Santa Mariña, ayer.

Los viñedos de Viña Cartín en Santa Mariña, ayer. / Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Hace días se explicaba en FARO DE VIGO que los viñedos, y muy especialmente los de la Denominación de Origen Rías Baixas, se han convertido en un gran laboratorio en el que bodegas, instituciones como la Xunta y la Diputación, universidades y empresas desarrollan decenas de proyectos de carácter científico.

Lo hacen para luchar contra las plagas y el cambio climático, recuperar variedades autóctonas, experimentar con algas u otros métodos de abono, reducir los efectos adversos de los tratamientos fitosanitarios y detectar lo más pronto posible cualquier plaga.

Todo ello enfocado siempre a favorecer el desarrollo sostenible de la producción de vino, con el albariño como clara referencia.

Pues bien, en este contexto sale a relucir el trabajo científico que promueve Bayer, la mítica empresa químico-farmacéutica fundada en Alemania en 1863, y que a través de su representación en España ha puesto en marcha diferentes proyectos estrechamente ligados al mundo del vino.

Tratamientos más respetuosos

Entre ellos los pensados para reducir los efectos medioambientales de los tratamientos fitosanitarios, los que buscan mayor efectividad en esos productos para acabar con enfermedades como el mildiu de una forma respetuosa con el entorno y los tendentes a combatir plagas como la de lobesia botrana o polilla del racimo, cuyas larvas se alimentan en los racimos de uvas, en cualquiera de sus estados fenológicos.

Todo ello tratando de adaptar los tratamientos y cultivos a las exigencias europeas en materia de sostenibilidad, tal y como explican desde una de las bodegas colaboradoras de Bayer en la DO Rías Baixas, la pontevedresa Terras de Lantaño-Viña Cartín.

Vilanova y Meis

Una conocida firma vitivinícola que elabora sus vinos y espumosos con la variedad de uva albariño y cuyos viñedos se sitúan en la subzona productora Val do Salnés, más concretamente en los Ayuntamientos de Vilagarcía de Arousa, Vilanova, Meis y Portas.

Es en la localidad vilagarciana donde más está creciendo Viña Cartín, que dispone en este municipio de fincas tan importantes como las de Santa Mariña y Castroagudín, donde junto a la empresa Bayer CropScience va a desplegar un plan de acción y conservación presentado como estudio de biodiversidad y bautizado como “Baydiversity”.

Su objetivo no es otro que la conservación de la biodiversidad a partir de la realización de Planes de Acción de Conservación (PAC) en el viñedo.

En el PAC aplicado a Castroagudín se evalúan las áreas naturales de la propia finca y su entorno, se catalogan las especies vegetales y animales existentes y se elaboran una serie de recomendaciones prácticas para gestionar, recuperar y valorizar la producción.

De este modo, al aplicar productos fitopatológicos o realizar cualquier proceso propio del ciclo de cultivo “será posible desarrollarlo y combatir las plagas o amenazas de una forma sostenible, siempre desde el máximo respeto posible al medio ambiente”, sostiene Carlos Méndez, gerente de Terras de Lantaño-Viña Cartín.

Generaciones futuras

Esto es tanto como querer “garantizar las necesidades del presente sin comprometer a las futuras generaciones, teniendo en cuenta tres pilares fundamentales: la protección medioambiental, el desarrollo social y el crecimiento económico”, esgrimen en la empresa química desde su división Bayer Crop Science de Agricultura.

Una de las parcelas vilagarcianas de Viña Cartín.

Una de las parcelas vilagarcianas de Viña Cartín. / Noé Parga

Donde, como sucede en Terras de Lantaño, están convencidos de que la agricultura sostenible es “económicamente viable, medioambientalmente responsable y socialmente aceptable”.

Unión Europea

En base a estos preceptos, y como se decía al principio, la intención de las dos empresas es avanzar desde la finca de Castroagudín en la dirección marcada por la UE en todo lo relacionado con la biodiversidad.

Particularmente en la estrategia europea “From Farm to Fork” (De la granja a la mesa), centrada en conseguir un sistema alimentario sostenible.

De este modo se incide en reducir la huella medioambiental y climática del sistema alimentario y reforzar su resiliencia.

Pero también se aboga por garantizar la seguridad alimentaria frente al cambio climático y la pérdida de la biodiversidad, además de liderar una “transición global hacia la sostenibilidad competitiva”.

Lobesia botrana

También buscando ese respeto medioambiental, Terras de Lantaño y Bayer colaboran en la lucha contra la lobesia botrana “de una forma natural”.

En este caso se utiliza un terreno de tres hectáreas para hacer frente a esta amenaza “aplicando una agricultura diferente”.

Se trata del empleo de “Vynyty Lobesia Press”, una técnica de confusión sexual que evita que los machos localicen a las hembras, evitando el apareamiento y controlando la población de la plaga.

La parcela en la que se elaboran el "Ruta 49" y el "Terras de Lantaño Espumoso".

La parcela en la que se elaboran el "Ruta 49" y el "Terras de Lantaño Espumoso". / Noé Parga

Consiste en difundir la feromona sexual de la lobesia botrana en la parcela en cantidades significativas y homogéneas para interferir en el apareamiento reduciendo su población de manera efectiva.

Es una feromona en forma de gel que se sitúa en la viña con ayuda de un aplicador adaptado reutilizable que usa aire comprimido.

Básicamente, se trata de emplear trampas de feromonas a modo de pequeñas cápsulas de polímeros, rodeadas de aceite y cera natural; todo ello productos 100% biológicos y sin plásticos. Un producto envasado en bolsas de aluminio de 250 gramos.

De este modo se reduce o elimina por completo el uso de insecticida y se multiplica la productividad del viñedo, explican en la farmacéutica.

Confusión sexual

Hay que tener presente que este método de confusión sexual, empleado también en otros viñedos y por otras bodegas y empresas químicas, resulta efectivo tanto si los puntos de gel se aplican directamente sobre la cepa como si se hace sobre soportes postes o estacas, a la altura de los racimos.

Si se aplica sobre la cepa es recomendable hacerlo sobre el tallo de las ramas cortadas o sobre la intersección del tronco con los brazos principales; nunca en las hojas.

También es aconsejable colocar trampas de monitoreo dentro y fuera de la parcela tratada y revisarlas semanalmente para controlar las poblaciones de plagas.

Invertir e investigar

En definitiva, que “si bien es inevitable aplicar tratamientos en los viñedos, de lo que se trata es de invertir e investigar para desarrollar nuevos métodos que resulten mucho más respetuosos con el medio ambiente”, señalan los promotores de iniciativas como las que llevan a cabo Terras de Lantaño y cada vez más bodegas de la DO Rías Baixas.

En el caso de la firma que elabora vinos tan conocidos como el “Ruta 49”, “Viña Cartín”, “Terras de Lantaño” y “Terras de Lantaño Espumoso”, destacando su fuerte implantación en el Ayuntamiento de Vilagarcía, donde dispone de varias fincas, algunas ya a pleno rendimiento y otras en fase de consolidación.

Un técnico aplicando "Vynyty Lobesia Press" en los viñedos de Terras de Lantaño.

Un técnico aplicando "Vynyty Lobesia Press" en los viñedos de Terras de Lantaño. / FdV

Santa Mariña

Sin duda, la más espectacular desde el punto de vista enoturístico y, en cierto modo, la que mejor representa la apuesta de la bodega por la preservación del medio ambiente, es la de Santa Mariña, con llamativas vistas sobre la ciudad y la ría de Arousa.

En esta joven plantación de albariño –empezó a formarse en 2008– donde actualmente se realizan tareas de reestructuración, Terras de Lantaño dispone de ocho hectáreas productivas.

La mitad de la parcela se ha hecho realidad con el sistema de conducción en espaldera, mientras que las cuatro hectáreas restantes dispone de cepas explotadas mediante la técnica del emparrado.

Es de Santa Mariña, precisamente, de donde salen alrededor de 80.000 botellas de un vino de color amarillo pálido, intenso aroma floral, fresco, sencillo y de paso rápido tan conocido como el “Ruta 49”.

Pero también donde se obtiene, en las cepas de la parte alta del viñedo –a unos 150 metros sobre el nivel del mar– la uva necesaria para producir el Terras de Lantaño Espumoso, un vino equilibrado y vigoroso, de burbuja fina y persistente, con aromas primarios florales y cítricos.

La otra finca destacada de Terras de Lantaño en Vilagarcía es la de Castroagudín, con aproximadamente tres hectáreas de superficie dedicadas a albariño y que ha sido la elegida para desplegar uno de los proyectos más importantes de Bayer desde el punto de vista de la sostenibilidad en los viñedos.

Lantaño y Baión

A estas parcelas se suman las 2 hectáreas de terreno productivo de que dispone la bodega en Lantaño (Portas), utilizadas en emparrado discontinuo y en las que se saca el máximo partido a un suelo franco-arenoso que fue plantado entre 1981 y 1985.

El mismo tipo de suelo del que dispone una de sus parcelas de Baión (Vilanova de Arousa), ésta de 2,3 hectáreas y también conducida en emparrado discontinuo.

El otro viñedo enclavado en esta misma parroquia vilanovesa tiene un suelo limo-arenoso y ocupa 1,5 hectáreas, siendo igualmente utilizada para explotar la variedad albariño, cuyas cepas fueron igualmente plantadas en 2002.

Mosteiro

Las plantaciones de Terras de Lantaño incluyen una realizada en 1983 en el Concello de Meis. Más concretamente en Mosteiro, donde dispone de 1,14 hectáreas habilitadas con emparrado discontinuo estrecho y situadas a una altitud considerable, de entre 115 y 129 metros.

Todos ellos terrenos, lógicamente, beneficiados del clima atlántico que diferencia y engrandece a los albariños de la DO Rías Baixas, en la que Terras de Lantaño es una de la firmas de referencia desde hace mucho tiempo.

No hay que olvdar que Terras de Lantaño o Viña Cartín, como quiera llamársele, es una bodega fundada en el Valle del Salnés en 1977.

Fue en 2003 cuando estrenó sus instalaciones actuales, una antigua bodega rehabilitada “buscando la conjugación de su carácter artesanal con las nuevas tecnologías y formas de elaboración”, explican en la empresa que abandera César Méndez.