El buey de mar tira del carro

Está siendo un buen año para un crustáceo que escasea en Galicia

Tania, encargada del puesto de OCP en la plaza de Vilagarcía, muestra un ejemplar de más de dos kilos, ayer.

Tania, encargada del puesto de OCP en la plaza de Vilagarcía, muestra un ejemplar de más de dos kilos, ayer. / M. Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

El buey es uno de los preciados productos del mar gallego que agradan al consumidor, pero que escasean en la comunidad, de ahí que mucho del adquirido en los supermercados proceda de otras latitudes.

El gallego, como sucede con el centollo, pasa por tener mejor calidad y sabor, de ahí su precio más elevado en lonjas y plazas de abastos.

Una escasez de buey autóctono de la que se habló en repetidas ocasiones y prácticamente ha convertido este crustáceo en una especie acompañante, de la que se subastaron entre 22 y 32 toneladas anuales desde 2015, para generar en cada ejercicio cantidades que oscilaron entre los 100.000 euros de ese año y los 274.000 de 2023.

Ahora que está empezando 2024 puede decirse que las previsiones son optimistas, pues se detecta el mejor arranque de año que se recuerda.

21 lonjas

Tanto es así que desde el 1 de enero se subastaron en 21 lonjas gallegas alrededor de 6 toneladas de buey por importe de unos 50.000 euros, mientras que en el mismo periodo de 2023 había sido 3,8 toneladas y 34.000 euros.

Por su parte, entre el 1 de enero y el 20 de febrero de 2022 se vendieron cinco toneladas de buey en la comunidad, por valor de apenas 38.000 euros, mientras que en 2021 fueron 5,3 toneladas y 40.000 euros.

Antes del COVID

Antes de la pandemia, tanto en el arranque de 2020 como en el primer mes y medio de 2019, se colocaron en el mercado 3,9 toneladas, con unos ingresos de menos de 33.000 euros, en ambos casos.

En definitiva, que estas primeras semanas de 2024 “pintan bien” para el sector, según esgrimen los propios pescadores a pie de lonja.

O Grove

Lo hacen en O Grove, que es uno de los puertos en los que se descargó mayor cantidad de buey en lo que va de ejercicio.

Más concretamente, 707 toneladas que, tras marcar un precio máximo de casi 18 euros el kilo, generaron en esta “rula” unos ingresos totales de 9.000 euros, más IVA.

La meca es la tercera lonja más importante de Galicia en lo que a venta de buey se refiere. La han superado en estas primeras semanas A Coruña y Ribeira, en el primer caso con 2,2 toneladas vendidas por 13.000 euros y en el puerto ribeirense, con algo más de una tonelada que generó 11.000 euros.

Buey a la venta en la plaza de Vilagarcía, ayer.

Buey a la venta en la plaza de Vilagarcía, ayer. / M. Méndez

Respecto a los demás puntos de primera venta, puede citarse a Fisterra, con 362 toneladas de buey de mar, Cedeira (268), Burela (235), Laxe (225), Vigo (156), Marín (114) y Malpica (107).

Las cantidades de buey vendidas desde que arrancó el año ya son testimoniales en lonjas como Cambados (47 kilos).

Se confirma el brusco descenso de centollo

Si el buey de mar ha aumentado su presencia en las lonjas gallegas en lo que va de año, con el centollo ocurre todo lo contrario. El “rey de los mariscos” escasea, como ya se explicó hace semanas.

Y los datos de la plataforma Pesca de Galicia lo confirman. Desde que comenzó 2024 únicamente se subastaron 44 toneladas (533.000 euros), frente a las 72 toneladas del mismo periodo de 2023 y las 84 toneladas de 2022.

Curiosamente, dos de las lonjas históricamente más importantes, como son O Grove y A Coruña, son las que más pierden respecto al año pasado, mientras que las descargas se han incrementado en Ribeira y Vigo.

En lo que va de 2024 se subastaron casi 16 toneladas en la lonja viguesa, más de 14 en la ribeirense y 11 tanto en la meca como en la herculina. Eso sí, O Grove sigue marcando las mayores cotizaciones (135.000 euros).

La Consellería do Mar anuncia nuevas ayudas

La Consellería do Mar anuncia la concesión de nuevas ayudas para las cofradías de pescadores que han presentado a la convocatoria correspondiente “proyectos colectivos de modernización de las infraestructuras” existentes en los puertos pesqueros de la comunidad, sus lonjas y establecimientos autorizados para la primera venta.

Son ayudas dirigidas a la mejora de la eficiencia energética, protección del medio ambiente y la adopción de medidas de seguridad y de las condiciones de trabajo, el control de la trazabilidad de los productos e incluso para adaptar infraestructuras “frente a eventos meteorológicos adversos”, todo ello con cargo al Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa).

De forma más detallada, el departamento que dirige Alfonso Villares destina 650.000 euros a iniciativas de “mejora de la seguridad y las condiciones de trabajo de los profesionales del mar, la eficiencia energética y mejora de las descargas de pescados y mariscos” en once cofradías y la Asociación de Armadores do Porto de Vigo.

Entre los pósitos beneficiados se encuentran el de Vilaxoán (Vilagarcía), con 2.179 euros, y el de Cambados, con dos ayudas que suman 107.000 euros.

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