Solo Catoira y O Grove se resisten en Arousa al PP, que domina 10 de sus 12 municipios

En O Salnés y Ullán, los conservadores vuelven a sumar más votos que BNG y PSOE juntos

Vikingos y mecos sitúan al Bloque como primera fuerza y hunden aún más a los socialistas

Retirada de carteles del bloque en O Grove.

Retirada de carteles del bloque en O Grove.

Manuel MéndezManuel Méndez

Los electores de O Salnés y Ullán volvieron a depositar su confianza en el PP, que ganó en diez de los docemunicipios y sigue sumando más votos (33.956) que BNG (21.811) y PSOE (9.013) juntos.

También quisieron consolidar al BNG como segunda fuerza, incluso dándole la victoria en Catoira y O Grove, y castigar al PSOE, que salió trasquilado tanto allí como en feudos como A Illa y Vilagarcía.

En este caso, los conservadores superaron el 44% de los votos para lograr 8.718, quedándose el BNG en 6.675 y el PSOE en los 3.054 apoyos, lo cual significa, en el caso de los populares, lograr 1.209 más que hace cuatro años. Un incremento que para los nacionalistas fue en la capital de comarca de 2.628 papeletas, mientras que los socialistas se dejaron por el camino 823.

Hablando de feudos, no puede obviarse el papel desempeñado para el PP por Vilanova, donde ayer los conservadores volvieron a ganar (3.722 votos), aunque viendo sensiblemente recortada su diferencia respecto al Bloque (1.397 sufragios), que a su vez se distancia como nunca de un PSOE en caída libre (561)

Cerca, en Cambados, el PP se mantuvo por encima del 52% de los votos para recoger 4.271, mientras que el BNG subió siete puntos respecto a 2020 para cosechar casi el 31% de los sufragios (2.502), limitándose el PSOE a 929 papeletas.

Aunque para feudos en O Salnés, el de Sanxenxo, ayer con 5.366 papeletas para el partido de Alfonso Rueda, frente a los 4.246 que había obtenido hace cuatro años.

Donde tampoco hay más color que el azul del PP es en Ribadumia, con 1.705 electores a su favor, frente a los 767 que se inclinaron por el Bloque y los 377 que conservó el PSOE tras perder más de siete puntos respecto a 2020.

Por ganar, el PP incluso ganó en A Illa, uno de esos “territorios PSOE” de siempre venidos a menos últimamente. Hace cuatro años la diferencia fue muy ajustada, con 907 papeletas para los socialistas y 901 para los conservadores, asistiendo el BNG a ese duelo desde la lejanía, con 796 sufragios en sus alforjas.

Pero ayer todo cambió y el barco del PP llegó más lejos que ningún otro, con 1.083 votos y un BNG siguiendo su estela de cerca (1.055), mirando por el retrovisor a un PSOE sin rumbo (700).

En Meis se mantuvo el dominio del PP, con 1.577 sufragios (263 más que cuatro años antes), el BNG se consolidó como segunda fuerza, con 716 votos (sube 186) y el PSOE confirmó la debacle, pasando de 585 a 467 papeletas.

El PP también ganó en Meaño, en este caso con un porcentaje cercano al 60% que le permitió disponer de 1.860 sufragios. Es decir, más del doble de los obtenidos por el BNG (783) y a una distancia insalvable para el PSOE, que se queda en 313 papeletas.

En Valga nunca hay lugar para la sorpresa, de ahí que el PP volviera a arrasar, pasando de 1.881 a 2.041 sufragios. A “años luz” del BNG (990) y, por supuesto, de un PSOE que no deja de perder apoyos, de ahí que de los 384 votos del año 2020 bajara ayer a 295.

Sin salir del Ullán, decir que en Pontecesures se impuso el PP (850), por delante del BNG (668) y el PSOE (177), resultando llamativo que los conservadores pierdan tres puntos respecto a cuatro años antes, mientras que los nacionalistas ganan casi doce.

Para completar el territorio Ullán hay que detenerse en Catoira, donde el BNG, como hizo en las pasadas municipales, se convirtió en la primera fuerza. Ahora con 897 papeletas. Por detrás, el PP, que sube de 684 a 789 sufragios, y un PSOE que no acaba de tocar fondo en la localidad vikinga que durante tantos años fue su feudo, esta vez quedándose con solo 247 sufragios.

Como en Catoira, el BNG se impuso en O Grove, con 2.499 votos que superan claramente al PP (1.974) y, por supuesto, al PSOE, que a pesar de gobernar en la localidad se desplomó hasta 793 papeletas.

A la gaviota le gusta la ría

Hace casi un año, en las municipales, el PP no solo siguió a flote en O Salnés y el Ullán, sino que mejoró sus resultados en muchos de los municipios arousanos. Precisamente donde con más dureza se había vivido, desde un punto de vista político, la llamada “guerra de la mejilla”. Las medidas de presión llevadas a la calle por alguna plataforma y supuestos representantes del sector del mar hicieron agua y no tuvieron reflejo en las urnas, como tampoco lo habían tenido en comicios anteriores protestas como las relacionadas con la ley de acuicultura. Esta vez fueron los pélets el arma arrojadiza empleada en Arousa y Santiago en víspera de la cita con electoral, y tampoco las dichosas bolitas hundieron el barco popular. Parece evidente que el partido de la gaviota sigue moviéndose como pez en el agua en Arousa, mientras algunos se empeñan en nadar para morir en la orilla.