Así se vive otro sábado de Entroido en la comarca

La “Queima do Vimbio”, la fiesta de los “choqueiros” y las actuaciones de las comparsas, en O Grove; los actos de localidades como Meis y Cambados, que se habían suspendido a causa de la lluvia y se retomaron hoy; el desfile de A Illa y el concurso de disfraces de Valga; el “Enterro da Solla” –en Catoira– y el de la sardina, tanto en la villa meca como en Carril (Vilagarcía), son algunas de las actividades con las que este finde se despide el Entroido 2024 en O Salnés y Ullán, a la espera de la guinda que pondrán el la sardina de Vilaxoán y el “Momo” de Vilanova, la semana que viene.

De lo sucedido hoy puede destacarse, por su vertiente “enxebre”, tanto la fiesta del “choqueiro” desarrollada en San Vicente de O Grove como el “paseíllo” de la solla, mediante el que se rememoran los carnavales de antaño.

Por las aldeas de Catoira

Es una propuesta de la asociación San Antonio de Catoira que estuvo en activo hasta el año 2011 y se retomó en 2020, durante el breve periodo en el que fue alcalde el nacionalista Xoán Castaño.

Tras desaparecer de nuevo, ahora que el líder del BNG vuelve a ser regidor la fiesta de la solla salta a escena otra vez gracias al apoyo brindado desde el concello y el firme propósito de quedarse para siempre, ya que forma parte de la historia del pueblo vikingo.

Maestro de ceremonias

Jesús Manuel Ribeiro es el cabeza visible de este proyecto y maestro de ceremonias en el peculiar desfile y escenificación de la quema de la solla.

Una fiesta que comenzaba en Aragunde (Catoira de Arriba) para ir avanzando en solemne desfile por las aldeas de la localidad, tratando de hacer que los vecinos se sumaran a la divertida procesión a medida que ésta avanzaba.

Acompañados de bombas de palenque, música de gaita, panderetas y antiguas canciones, los romeros avanzaron hacia el recinto verde de Fonte Gaiteira, donde en verano se celebra la fiesta exaltación de la solla; en el pasado un pez abundante en el río Ulla.

Con lacón

Fue en esa zona ajardinada donde la carnavalesca fiesta vikinga ofrecía a los presentes más música, junto con empanada de lacón con grelos, lacón “á feria”, postres típicos de Entroido y otras delicias enogastronómicas que prolongaron la fiesta ya bien entrada la noche.

“Lo que queremos con esta fiesta es reivindicar los carnavales de antes, cuando se celebraban por todo lo alto en las aldeas y no se limitaban a un baile de disfraces en un polideportivo”, explica Jesús Ribeiro.

De lo que se trataba era de propiciar la participación del conjunto de la ciudadanía a medida que el ruidoso y colorido desfile avanzaba por las aldeas, aunque finalmente se sumó a la iniciativa mucha menos gente de la que se esperaba.

Y para conseguir ese objetivo, Jesús Ribeiro, que no puede disimular su emoción al hablar de lo mucho que representa esta fiesta, puso todo su empeño e imaginación al servicio de los catoirenses, como hicieron sus más estrechos colaboradores y cuantos esta tarde ayudaron a engrandecer el “Enterro da Solla”.

Valga y O Grove

Desarrollado a apenas seis kilómetros por carretera del Auditorio Municipal de Cordeiro (Concello lo de Valga), donde se desarrollaba un concurrido concurso de disfraces con importantes premios.

Una fiesta que coincidía en el tiempo con la no menos llamativa “choqueirada” de San Vicente y el “Sábado Comparseiro”, organizado en la coctelería grovense El Patio.

Junto a esas y otras muchas actividades de carnaval desplegadas se encuentra el aludido “Enterro da Sardiña de Carril”, con salida de la comitiva fúnebre a la seis de esta tarde desde la sede de la sociedad cultural Gato Negro.

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