Un contenedor que se mueve a gusto del consumidor: los camioneros lo bajan y los vecinos lo suben

En la parroquia meañesa de Lores, el malestar de los vecinos del lugar de A Laxe con la nueva ubica-ción del contenedor verde de orgánicos, provocó una controversia a tres bandas entre Concello, servicio de recogida de basura (que en Meaño es municipal) y los propios vecinos.

El malestar afloró antes de Navidad cuando el Concello, a petición del servicio, dictaminó desplazar el recipiente desde la céntrica posición del barrio, a un extremo de este, que dista unos 70 metros dispuestos en la parte baja de una pendiente muy empinada.

La nueva ubicación se justifica en base a que el camión, con una ligera modificación de la ruta, debe girar en ese punto céntrico y tiene dificultades para hacerlo. Un giro que se puede agravar con la llegada de otro vehículo de mayores dimensiones, que está pendiente de recibir el Concello. Y es que se teme que el camión de recogida de basuras debe tener en cuenta ahora el paso sobre zonas adoquinadas en las inmediaciones de San Benito, que puede tener que limitarse por exceso de peso sobre esa superficie.

El pulso de los vecinos llevó a que el contenedor, cuya capacidad es de 800 litros, fuera movido para arriba o para abajo en A Laxe, bien por los vecinos, bien por el servicio, al antojo de unos u otros. Así los operarios lo desplazaban cuesta abajo, para verterlo en el camión que esperaba en ese punto. Luego, a lo largo del día eran los vecinos los que se deciden a trasladarlo vacío para arriba y devolverlo a su posición original para comodidad de todos los usuarios.

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