Las jornadas del centollo son el camino, pero faltan manos

La exaltación del "rey de los mariscos" finaliza con muchas ausencias

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La jornadas de exaltación del centollo de O Grove, que comenzaron con la apertura de la campaña de este preciado recurso, el 6 de noviembre, finalizan hoy. Lo hacen por todo lo alto, contribuyendo a animar un puente festivo en el que volvieron a llenarse algunos hoteles y restaurantes.

Pero esta fiesta del “rey de los mariscos” tiene aún mucho que mejorar, tal y como reconocen los propios organizadores o promotores del evento, como son Empresarios Grovenses de Bens e Servicios (Emgrobes), el Concello y la cofradía de pescadores San Martiño.

Sobre todo en lo referido a implicación de la hostelería local, pues no se entiende que en un municipios con tantos hoteles, restaurantes y bares, únicamente se presten a colaborar con este tipo de iniciativas una veintena de negocios. Y ni siquiera todos ellos estuvieron abiertos al público durante la celebración de las jornadas.

Mayor implicación

En el seno de Emgrobes hay quien cree que el sector hostelero debe implicarse más y mejor en este y otros eventos que sirvan para dar a conocer tanto productos tan característicos como el centollo, como también para seguir promoviendo el destino turístico O Grove en su conjunto.

El comedor del restaurante Pan de Millo durante la fiesta.

El comedor del restaurante Pan de Millo durante la fiesta. / Manuel Méndez

Pablo Agrelo, representante del sector hostelero en la patronal, es uno de los muchos hosteleros que reivindican mayor implicación de sus “colegas”, sabedor de que por muy bien que funcione la marca O Grove, “no hay que dormirse en los laureles”, ya que la competencia de otros destinos turísticos es cada vez mayor.

De lo que se trata es de saber aprovechar lo mucho y bueno que tiene la localidad meca, pero también de mantener ese potencial y reforzarlo todo lo que sea posible.

El problema

“No puede ser que en épocas que pueden ser fuertes turísticamente hablando, como esta en la que celebramos las jornadas del centollo y hay puentes festivos como el de la Constitución y la Inmaculada, tengamos tantos restaurantes y comercios cerrados”, reflexionan los propios hosteleros mecos.

Los hay, incluso, que reflexionan sobre estas jornadas del centollo para decir que “han sido muy positivas”, y que “nadie puede dudar de que ayudan a desestacionalizar el turismo, generando importantes ingresos en temporada baja”.

Pero, del mismo modo, consideran algunos hosteleros que “de poco sirve que algunos nos esforcemos para atraer gente a O Grove mientras que otros se limitan a esperar a que lleguen los clientes por la puerta, sin hacer nada para atraerlos, y que algunos ni siquiera abran sus negocios para atender a la gente”.

Al hablar de esfuerzos para consolidar a O Grove como destino, también hay quien resalta el papel de Emgrobes en esta dirección, pues para favorecer a la hostelería y el comercio locales no solo organiza las jornadas del centollo que hoy terminan, sino también actividades de todo tipo durante todo el año, entre ellas las promovidas durante la Festa do Marisco.

Todo esto forma parte de un viejo debate en el municipio meco. Una reflexión general sobre el rumbo turístico y/o económico que debe tomar la localidad que cobra especial relevancia ahora, precisamente por llegar a su fin unas jornadas tan importantes como las de exaltación de la marca “Centolo do Grove”.

Un proyecto plenamente consolidado, y parece que necesario, que ha vuelto a tener a restaurantes como los de Marisquerías Solaina y el Pan de Millo, junto con los catamaranes que operan en O Corgo, entre sus principales referencias.

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