El taller de empleo juvenil de Valga se estrena en el parque Irmáns Dios y en Mina Mercedes

Es una de las acciones formativas puestas en marcha por el Concello para favorecer la inserción laboral de menores de 30 años

Los alumnos y el profesor José Manuel Picallo.

Los alumnos y el profesor José Manuel Picallo.

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Hace poco más de un mes se explicaba que los Ayuntamientos de Moraña y Valga habían dado un nuevo ejemplo de colaboración, y otra vez en materia de formación laboral. Lo hicieron al poner en marcha un nuevo taller de empleo, en este caso ideado para que los jóvenes puedan adquirir conocimientos y preparación suficientes como para acceder a un trabajo digno.

Se trata del taller de empleo “Xóvenes Moraña-Valga 2”, una experiencia participada por ocho vecinos de Valga y otros tantos de Moraña, todos con menos de 30 años, interesados en formarse en las especialidades de trabajos forestales y albañilería.

Los alumnos están adecentado diferentes zonas verdes.

Los alumnos están adecentado diferentes zonas verdes. / .

Ahora puede añadirse que el “Obradoiro de Emprego Xóvenes II” ya se ha estrenado, al menos en lo que a ejecución de obras se refiere, y sus ventajas ya se hacen notar en la localidad.

Esto es así porque los aprendices del módulo forestal han iniciado la mejora de diversos espacios públicos, en los que ponen en práctica los conocimientos adquiridos hasta ahora en las clases teóricas.

Basten como ejemplo los trabajos de desbroce y poda realizados en lugares tan importantes como la laguna de Mina Mercedes, el mirador de Beiro y el Parque Irmáns Dios Mosquera, donde los alumnos recibieron la visita de los concejales Carmen Gómez y Pedro Calvo, que supervisaron su labor acompañados de la directora del taller, María del Carmen Vidal.

También estaba allí José Manuel Picallo, el profesor encargado de la especialidad forestal de esta escuela taller, quien asegura que los jóvenes participantes “están implicados” y disfrutando de la formación que están recibiendo y de las prácticas.

“Demuestran interés, y aunque algunos no tenían experiencia alguna en este sector, están aprendiendo rápido”, explica el docente, convencido de que “esta es una especialidad que tiene salida y en la cual las empresas demandan trabajadores”.

El propio José Manuel Picallo relata que la formación teórica de los aprendices impartida el mes pasado comenzó con las “operaciones de desbroce empleando diferentes tipos de discos e cabezal de hilo, dependiendo de la vegetación existente en el espacio en el que se actúe”.

Y lo que se está haciendo ahora, además de realizar la mejora de las zonas verdes antes aludidas, es formar a los alumnos en todo lo relacionado con los tratamientos silvícolas y las diferentes modalidades de podas.

Cuestiones estas que “pueden ser de gran ayuda para cumplir determinados objetivos, tanto en producción de madera como para conseguir sombra o con fines ornamentales, y también para efectuar podas bajas, para que las ramas no impidan el paso de personas en áreas recreativas”.

Más adelante se abordarán aspectos como la señalización de árboles dañados “para cortarlos y evitar plagas y enfermedades”, anuncia el docente.

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