Xoán Castaño aún cree posible bloquear la pirotecnia de Coaxe

El alcalde de Catoira se aferra a un informe del “nuevo” arquitecto municipal que detecta un posible defecto de forma en el proceso

El alcalde durante una de las protestas contra la pirotecnia. |   //  GUSTAVO SANTOS

El alcalde durante una de las protestas contra la pirotecnia. | // GUSTAVO SANTOS / Manuel Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La pirotecnia de Coaxe parecía no tener vuelta atrás posible, sobre todo después de que la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra le concediera licencia.

Pero los catoirenses que se oponen a este taller-almacén de explosivos parecen haber encontrado una última esperanza. Se la da el alcalde nacionalista Xoán Castaño, que desde la oposición había sido uno de los más críticos con la pirotecnia y que ahora, ya en el gobierno, mantiene su intención de bloquearla.

Informe técnico

El nacionalista se aferra a un informe técnico que parece detectar posibles errores o defectos de forma en la tramitación el expediente.

Más concretamente, y así se lo ha trasladado tanto a la empresa promotora, Pirogal, como a la plataforma vecinal contra la pirotecnia que se ha personado en el contencioso contra la construcción de este almacén, el alcalde ha declarado la ineficacia de la comunicación previa de las obras para la construcción del galpón que fue notificada en su momento por la empresa al Concello.

Concello de Teo

El gobierno vikingo afronta este paso después de firmar un convenio de colaboración con el Concello de Teo para que el arquitecto municipal de esa localidad coruñesa pueda elaborar informes técnicos a petición del Concello de Catoira en relación con el proyecto de Pirogal.

El primero de esos informes indica que “las obras pretendidas no respetan la legislación urbanística de aplicación”, ya que el galpón “no dispone de acceso rodado de uso público adecuado; no tiene garantizado el abastecimiento de agua; y tampoco garantiza la evacuación y tratamiento de las residuales”.

Residuos

Pero es que, además, “no garantiza la recogida, tratamiento, eliminación y depuración de residuos; como tampoco el suministro de energía eléctrica”.

Pero aún hay más, pues la legislación establece que la superficie mínima de la parcela sobre la que se situarán este tipo de edificaciones debe ser de 2.000 metros cuadrados, y parece que no es así.

En definitiva, que la parcela de Coaxe elegida “no cumple con las condiciones generales establecidas por la ley para las edificaciones en suelo rústico”.

Aperos de labranza

Tampoco hay que olvidar que en su día se solicitó y autorizó un almacén para aperos de labranza, lo cual lleva a concluir que “no se justifica tal actividad agrícola de autoconsumo en la parcela o sus inmediaciones, perdiendo toda relación con el uso pretendido”.

Otro argumento manejado ahora por Xoán Castaño y su equipo es que “en suelo rústico de especial protección es necesario obtener previamente la autorización o informe favorable del órgano con la competencia sectorial correspondiente, y no existe tal informe”.

Por ende, el Concello se dispone a exigir responsabilidades y a pedir que se frene todo el procedimiento “por la ineficacia de la comunicación previa de las obras del galpón agrícola realizada el 25 de febrero de 2022”.

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