Un empujón más en la concentración parcelaria

El proceso requiere negociar con 2.433 propietarios de 22.653 parcelas

Vecinos de Catoira, durante las protestas alrededor del taller de pirotecnia de Coaxe.

Vecinos de Catoira, durante las protestas alrededor del taller de pirotecnia de Coaxe. / Noe Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Después de dos décadas de gestiones y complicaciones, el proceso para completar la concentración parcelaria del Ayuntamiento de Catoira sigue su curso y acelera el ritmo de reuniones con los propietarios de los terrenos.

En las últimas semanas se ha reactivado el proceso, y de ahí esos encuentros que se celebran periódicamente sobre las parcelas, participadas por los técnicos encargados del proceso y los propietarios de esas parcelas a regular.

El marques que viene

Tras la mantenida con los vecinos de Caldón y Anxadoira, la próxima cita, el martes que viene a las 10.00 horas, será con los catoirenses que tienen propiedades rústicas en la zona formada por Porto Lobo, Molareda, Cambeado y Viveiros, situada a la altura de la carretera EP-8001, que une Catoira con Carracedo (Caldas).

Será allí donde se efectúe un nuevo levantamiento topográfico, como se hizo ya, o se hará en próximas fechas, en O Busto, O Condado, Cores, Freixeiro y O Souto da Vila, dentro de la parroquia de San Mamede de Abalo; o en Catoira, A Corredoira, Barral, Casal de Mogos, Aragunde y O Outeiriño, de la parroquia de San Miguel de Catoira.

Integran lo que se denomina Catoira Sur, a efectos de concentración parcelaria, al igual que sucede con el lugar de San Salvador, en la parroquia de San Pedro de Dimo.

Concello partido en dos

Así se hacía constar en la Orden de 7 de febrero de 2011 por la que se divide en sectores independientes la zona de concentración parcelaria del Concello de Catoira, la cual fue declarada de utilidad pública, interés social y urgente ejecución por el Decreto 186/2000.

Según la misma reglamentación, el perímetro de la zona Catoira Sur suma una superficie de 1.679 hectáreas, con una superficie excluida de 403 y un total a concentrar de 1.276 hectáreas.

La zona que está previsto revisar en la reunión del martes que viene.

La zona que está previsto revisar en la reunión del martes que viene. / FdV

Linda al Norte con la carretera EP-8001, al Sur, con los Ayuntamientos de Vilagarcía de Arousa y Caldas de Reis, al Este con el municipio caldense y la misma carretera citada y al Oeste, con la ría de Arousa.

Catoira Norte

Catoira Sur es, precisamente, lo que resta por resolver de este proceso de concentración de propiedades rústica, en el que permanece al margen Catoira Norte, formada por lugares de la parroquia de San Pedro de Dimo como A Menda, O Busto, Coaxe, Gondar, Portocelo, Portocanles y Tarrío, y otros de la parroquia de Santa Baia de Oeste como As Penas, As Rañas, A Baiuca, Borreiros, Fabeira y Viladesuso.

Con una superficie total de 1.221 hectáreas y 933 hectáreas a concentrar cuando comenzó el proceso, esta zona se sitúa al otro lado de la carretera EP-8001, es decir, por la cara Norte de ese vial, donde linda con el Ayuntamiento de Valga.

Dejando la citada carretera al Sur, tiene con frontera Este los Ayuntamientos de Valga y Caldas de Reis, dejando el río Ulla y la propia EP-8001 a su Oeste.

Un complejo proceso

La complejidad del proceso de concentración parcelaria catoirense radica en que de las 2.900 hectáreas total de superficie –en las que se excluyeron en su momento los núcleos rurales de población– son el fruto de sumar 22.653 parcelas de 2.433 propietarios.

Al menos eso era lo que se estimaba hace una década, dando lugar a la presentación de numerosos escritos y/o alegaciones, sobre todo relacionados con cambios de titularidad o falta de cabida.

El plano de las zonas revisadas.

El plano de las zonas revisadas. / FdV

Esa gran fragmentación de la zona resultó más acusada de lo previsto en los estudios previos, tal y como reconocían en la Consellería do Medio Rural hace una década, “lo que provoca que los trabajos de concentración, ya de por sí complejos, resulten excesivamente complicados”.

Esta circunstancia, “además de redundar en perjuicio de la calidad y desarrollo del proceso, ralentiza de modo considerable e innecesario la marcha del mismo, siendo más acusado en las parroquias de San Pedro de Dimo y Santa Baia de Oeste”, determinaba el conselleiro de Medio Rural en febrero de 2011.

Iván Caamaño

Para solucionar todo esto y completar de una vez por todas el proceso, el líder del PP vikingo, Iván Caamaño, anunciaba en marzo que la Xunta iba afrontar un desembolso de 500.000 euros para revitalizar la concentración parcelaria “elaborando unas nuevas bases para la zona de Catoira Sur y modificando las existentes en Catoira Norte”.

Medio Rural decidió modificar las bases para que se adapten a la topografía y a la nueva ley, puesto que las anteriores “habían sido realizadas con herramientas poco precisas y anticuadas”, explicaron en su momento.

Y no solo eso, sino que “tampoco atendían las peticiones y necesidades de los vecinos”, esgrimía en marzo el portavoz del PP catoirense, antes de advertir de que completar la parcelaria debe estar por encima de cualquier interés político.

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Los vecinos del Ayuntamiento de Catoira organizan hoy una nueva protesta para expresar su rechazo a la instalación de un taller de pirotecnia en el lugar de Coaxe, en la parroquia de Dimo.

Es una protesta más de unos ciudadanos que temen las consecuencias de “acumular artefactos explosivos” cerca de sus viviendas, y que esta vez han decidido trasladar su en enfado a Pontevedra.

Lo hacen tras conocer que la Subdelegación del Gobierno concedió el permiso que la pirotecnia necesita y que el supuesto silencio administrativo del Concello también le abre las puertas.

De ahí que esta concentración vecinal no vaya a celebrarse en Catoira, como las anteriores, sino ante la propia Subdelegación del Gobierno.

Entre las diez y las once de la mañana van a reunirse a sus puertas en la plaza de España, donde van dejar patente su enfado y a desplegar todo tipo de pancartas. Desde el gobierno local insisten en arropar al vecindario, de ahí que el propio alcalde, Xoán Castaño, hiciera ayer un llamamiento a la participación en esta protesta en la ciudad pontevedresa.

El regidor también hizo hincapié en que no solo los vecinos de Coaxe, ni solo los de Catoira, los que están preocupados, de ahí que “reunieran ya más de mil firmas con las que presionar para impedir esta instalación”.

Firmas “entre las que se incluye la mía y la de los demás miembros del gobierno”, espeta Castaño.

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