¿Qué va a pasar con la "carretera mortal" Catoira-Caldas?

El PP, que pedía la supresión de las peligrosas curvas, tiene ahora la clave

La zona de la EP-8001 en la que, en agosto de 2021, perdió la vida un motorista de la Guardia Civil en acto de servicio.   | //  NOÉ PARGA

La zona de la EP-8001 en la que, en agosto de 2021, perdió la vida un motorista de la Guardia Civil en acto de servicio. | // NOÉ PARGA / Manuel Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

En los últimos años se ha hablado, y mucho, de la necesidad de reformar de una vez por todas la polémica carretera EP-8001, que une Catoira, desde el puente interprovincial sobre el río Ulla y las Torres de Oeste, con Carracedo, en el Ayuntamiento vecino de Caldas.

Pertenece a la Diputación de Pontevedra, de ahí que en el pasado mandato se desplegaran todo tipo de acciones dirigidas al gobierno que presidía la socialista Carmela Silva, tratando de mejorar el vial acometiendo, por ejemplo, la supresión de algunas de las curvas más peligrosas de este trazado.

Alberto García

Aquellas reivindicaciones partían tanto del entonces alcalde, el socialista Alberto García García, como del líder del PP catoirense, Iván Caamaño, llegando a alcanzarse acuerdos plenarios, tanto en el municipio vikingo como en Caldas, para exigir la reforma del trazado.

Ahora la pelota está en el tejado del PP, pues son los conservadores los que tienen el poder en el gobierno provincial, con Luis López a la cabeza, y son, en consecuencia, los que tienen la capacidad de decisión para garantizar la seguridad ciudadana que los propios conservadores reclamaban para esa carretera en la que ya perdieron la vida o resultaron gravemente heridas decenas de personas.

Está por ver cuál será ahora la respuesta del gobierno de López, toda vez que cuando el también conservador Rafael Louzán presidía el ente provincial esto de reformar la EP-8001 para acabar con las muertes también estaba sobre la mesa.

Desde entonces se introdujeron mejoras notables en el trazado, pero no se han eliminado las curvas más peligrosas, que es lo que se reclama desde hace tiempo y en lo que tanto insistió el PP en los últimos años.

Transferencia

Pero la repuesta ofrecida por el anterior gobierno provincial no fue cambiar el trazado, sino reclamar a la Xunta que asuma la transferencia de la carretera para que sea el Gobierno de Galicia el que la reforme.

A la espera de ver si se mantiene esa postura o se actúa, de una vez por todas, en la peligrosa carretera, no está de más recordar que a las frecuentes salidas de vía registradas en la misma –las últimas el mes pasado– se sumaron graves episodios, como el registrado en noviembre de 2022, cuando tres mujeres resultaron heridas tras colisionar dos vehículos.

Sucedió en las tristemente conocidas curvas existentes en el tramo que va desde el puente interprovincial Catoira-Rianxo hasta la intersección con la carretera PO-548 Pontecesures-Vilagarcía.

Con ese siniestro se completaba otro año repleto de accidentes en la EP-8001, y eso que algunos de los ocurridos ni siquiera salen a relucir públicamente.

Guardiacivil

De los que sí se supo fue, por ejemplo, de los que en 2021 protagonizaron un motorista de la Guardia Civil en acto de servicio y una mujer de 77 años, ya que ambos perdieron la vida tras sendos accidentes ocurridos en el otro tramo, el que avanza desde la carretera PO-548 hasta Carracedo, igualmente provisto de curvas ciertamente complicadas.

Sucesos que recordaron mucho otro acaecido una década antes en ese mismo vial, en el que fallecía una joven de 26 años de edad tras colisionar el turismo que conducía con otro, cuyo conductor resultó herido.

Aunque quizás el que más recuerden los lectores sea el trágico siniestro que en 2010 se saldó con una persona muerta y otras 25 heridas, algunas de carácter muy grave, cuando se dirigían en autobús a la boda que una pareja de jóvenes vigueses iba a celebrar en Redondela.

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