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Catoira, dos décadas reclamando la eliminación de “curvas mortales”

La carretera de Carracedo. Iñaki Abella

Catoira vuelve a ser un clamor. Los últimos accidentes registrados en sus carreteras, algunos de ellos mortales, han provocado que se reactive una vieja demanda, tendente a suprimir algunas de las curvas más peligrosas.

Es una reivindicación que plantean los vecinos y conductores del municipio vikingo y otros cercanos, como Caldas, Valga y Rianxo. Pero también secundada por cuantos tienen que circular por esos viales con frecuencia y saben de su peligrosidad.

Desde hace dos décadas

Al igual que es una petición repetida hasta la saciedad por el alcalde, el socialista Alberto García García, quien lleva más de tres décadas en el cargo –con un pequeño paréntesis– y pasó prácticamente dos de ellas formulando esta demanda, una y otra vez.

El accidente mortal en el que, hace solo unos días murió una vecina de Catoira que iba en un coche que circulaba por la EP-8001. Iñaki Abella

Así se lo transmitió a los dos últimos presidentes de la Diputación de Pontevedra, como administración titular de la carretera más castigada por los episodios mortales, la EP-8001.

Rafael Louzán

Lo que hizo el regidor vikingo fue dirigirse al conservador Rafael Louzán, cuando estuvo al frente de la Diputación, al igual que ahora pide ayuda a la presidenta Carmela Silva, haciendo constar de nuevo que la peligrosidad de las carreteras de titularidad provincial no solo se mantiene, sino que parece ir en aumento, ya que cada vez son más los vehículos que circulan por este vial que se divide en dos tramos muy concretos.

Uno de los tramos de la carretera de Carracedo en los que se registraron sucesos mortales. Noé Parga

Uno de ellos es la parte de la carretera EP-8001 que avanza desde la rotonda de la PO-548, a la altura de la estación de servicio de Repsol, hacia el puente interprovincial que une Catoira con Rianxo sobre el río Ulla.

Moción del PP al pleno

La otra parte de la carretera EP-8001 que García exige mejorar, como también hizo el pleno de la Corporación hace unos días –a petición del PP que dirige Iván Caamaño–, es el trazado que arranca en la misma rotonda de la PO-548 (Pontecesures-Vilagarcía) para subir por San Cibrán y bajar hacia Carracedo, ya en término municipal de Caldas de Reis, donde está el nudo de enlace con la autopista.

Fue en ese vial donde hace días murió en accidente de tráfico una septuagenaria de la localidad vikinga, y donde semanas antes perdió la vida en otro siniestro con salida de vía un motorista de la Guardia Civil de Tráfico en acto de servicio.

Documentos de 2004

Lo que hace Alberto García García ahora es recordar esos y otros trágicos episodios, tanto con víctimas mortales como con heridos de gravedad. Y lo hace recordando peticiones en este sentido y mostrando documentos que así lo atestiguan fechados en 2004, 2006 y 2007, por citar solo algunos de ellos.

En esos escritos enviados a la Diputación pidiendo que se corrijan y/o supriman las curvas de la EP-8001, García ya hacía constar que “son muy peligrosas” y “se producen accidentes con frecuencia, algunos de consecuencias mortales”.

Demasiados antecedentes

No está de más recordar que la EP-8001 entre Catoira y Carracedo es un tramo en el que se registraron importante accidentes de circulación en el pasado.

Quizás el más llamativo se el registrado en octubre de 2010, en el punto kilométrico 1,8, con resultado de un muerto y 25 heridos de diversa consideración, algunos muy graves, tras volcar un autobús.

Viajaban en el mismo 39 invitados, entre ellos tres niños de corta edad, que acudían desde A Pobra do Caramiñal a la boda en Redondela de una pareja de jóvenes vigueses.

El fallecido, Carlos Ramos Santos, de 31 años, era natural del municipio pobrense, al igual que la mayoría de los ocupantes.

En octubre de 2011 fallecía una joven de 26 años de edad tras colisionar el turismo que conducía con otro, cuyo conductor resultó herido leve.

Sucedió en el kilómetro 4,5 de esa carretera EP-8001, que une Catoira y Caldas de Reis. La Guardia Civil de Tráfico explicaba entonces que había sido una colisión fronto-lateral de dos turismos.

En mayo de 2015 otro accidente de tráfico se saldaba con dos heridos tras salirse un vehículo de la vía que une la localidad arousana con Carracedo y arrollar a un peatón.

En junio de 2017  tres personas resultaban heridas en una colisión frontal entre dos vehículos en la misma carretera, que enlaza la comarca de Barbanza (Arousa Norte) y Catoira con la AP-9.

El año pasado se registraba otro aparatoso accidente, éste a la altura del punto kilométrico 2,3, consistente en una salida de vía con posterior vuelco.

Son solo algunos de los siniestros registrados en este vial que atraviesa el monte vikingo.

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