Urbaser y los trabajadores de limpieza acercan posturas para desconvocar la huelga en Vilagarcía

Tras más de seis horas de reunión entre trabajadores y empresa se planteó la fórmula de establecer unas pagas compensatorias | El paro no arrancó ayer como estaba previsto

Un momento de receso en la reunión mantenida ayer en el Auditorio. |  // JAVIER TENIENTE

Un momento de receso en la reunión mantenida ayer en el Auditorio. | // JAVIER TENIENTE / Diego Doval

La huelga en el servicio de limpieza y recogida de basuras en Vilagarcía no pudo desconvocarse, pero sí al menos demorarse. La negativa de Urbaser a la petición de los trabajadores de revisar la subida del IPC en los salarios de 2023 y 2024 fue rotunda, una línea roja que la asamblea de los trabajadores no compartía desde un principio y la huelga indefinida, a tenor de la demora de las negociaciones, sigue en modo pausa.

Fueron más de seis horas de reunión las que sirvieron para acercar posturas entre los trabajadores del servicio de limpieza y basuras de Vilagarcía y la empresa concesionaria. El hecho de que Urbaser se prestase a negociar convocando la reunión a escasas horas del inicio fijado para la huelga parecía el primer paso para un entente definitivo que descartase la medida de protesta, pero no se alcanzaban los mínimos solicitados por la representación de los trabajadores.

Esa intención de la empresa de querer proponer percibida por los sindicatos ya era un avance al respecto de reuniones previas, en las que los trabajadores afearon a Urbaser que no mostrase ningún tipo de interés en unas mejoras que pasaban por una compensacion económica por la congelación de los salarios desde 2021, debido a que la tardanza de casi dos años de la salida a concurso del servicio provocó el bloqueo de la negociación con la concesionaria que fuera a ganar el concurso.

Una de las propuestas plantadas por los trabajadores del sector limpieza y basuras pasaba por una paga no consolidable de 1.500 euros en compensación a la subida del IPC de 2021 y 2022. La empresa aceptó esta medida, pero reduciendo la cantidad a 1.000 euros en dos pagas de 400 y 600 euros, que luego subió ofreciendo incluso una paga consolidable de 400 euros.

A lo que la concesionaria se opuso de raíz fue a lo referido a la revisión de los salarios de 2023 y 2024, emplazando a los 64 trabajadores a una mejora del contrato con el Concello prevista para 2025. Esta cuestión no convencía del todo a los representantes de los trabajadores que incluso, en contraprestación, pusieron sobre la mesa la posibilidad de compensar esta cuestión con más días de descanso en el horario semanal.

Los recesos para consensuar los planteamientos se repitieron a medida que avanzaba la negociación. Se trataba de ver en perspectiva cada giro de tuerca que daba el planteamiento de una y otra parte, para llegar a una solución que convenciese a los dos frentes negociadores.

Cabe destacar que en el caso de los trabajadores reconocen que echaron en falta un poco más de intermediación del Concello, especialmente en materia económica puesto que entienden que la subida solicitada es una cantidad insignificante en un montante total del contrato que supera los 38,2 millones de euros, al adjudicarse por un precio anual de 4.783.747 euros y con una duración de 8 años.

Al cierre de esta edición, la última propuesta de los trabajadores fue la de una paga no consolidable de 1.000 euros por 2023 y de 800 y un 1,5% de aumento por 2024, a la espera de renegociar como marcó la empresa en 2025. La amenaza de huelga sigue latente.

Ravella anticipó un paquete de medidas a seguir

A modo de previsión, el Concello de Vilagarcía se reunió en el día de ayer con representantes comerciales y hosteleros para abordar un protocolo de actuación ante la huelga que se avecinaba en el servicio de recogida de basuras y limpieza de las calles. Situándose en el peor escenario posible, el objetivo no era otro que lograr la mayor colaboración posible para minimizar el impacto de la huelga que se avecinaba antes de la reunión. Mas aún al producirse durante las fiestas de San Roque y la mayor producción de basura y residuos de todo el año.

El alcalde, Alberto Varela, presidió una reunión en la que también estuvieron los ediles Tania García y Álvaro Carou. Por Zona Aberta asistieron Rocío Louzán y Zulema Fresco; por la asociación de placeros, su presidente Juan Carlos López; y Félix Acuña en representación de Ahituvi.

Además de ponerles al corriente de la versión del Gobierno local al respecto de la situación de conflicto entre Urbaser y personal laboral, desde Ravella demandaron la máxima colaboración de los tres sectores cuya actividad genera un volumen importante de residuos. Por ello, y subrayando el riesgo de pérdida de clientela, se les solicitó el máximo cuidado a la hora de depositar la basura en los puntos establecidos, de manera ordenada y, a ser posible, utilizando doble bolsa y con un buen cierre.

En la misma línea se instó a que se extremen las medidas de limpieza en las terrazas, así como en las fachadas. También se preparaba un bando para la ciudadanía en el caso de que la huelge se hiciese efectiva.

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