Corren tiempos de sardina y jurel, como también de xoubas, xoubiñas, parrochas, chinchos y como quiera llamarse –incluso “apellidarse”– a las dos primeras especies, dependiendo siempre de su tamaño, del lugar de pesca y del método de captura empleado.
De ahí que se hable de sardina de la motora y del cerco, de “xoubiña do xeito”, jurel sardinero y de medianillo, entre otras muchas definiciones o expresiones que forman parte de la cultura popular y se escuchan en lonjas y plazas de abastos cada primavera, con especial insistencia a medida que se acerca San Juan.
Plaza de Vilagarcía
Ayer, sin ir más lejos, había abundante sardina en plazas de abastos como la de Vilagarcía. Era de pequeño o mediano tamaño; de esa que se conoce popularmente como medianillo.
Lo que no aparece por ninguna parte es la xoubiña, ya que, si bien son muchos los consumidores que la echan de menos, tanto los vendedores como los pescadores sostienen que “es pronto todavía”.
Hay algunos que consideran que “ya tendría que empezar a aparecer”, y otros que sostienen que “no hay xoubiña de la ría porque se está muriendo y cada vez tiene menos pescado y marisco”.
Mediados de junio
Aunque la mayoría de los consultados consideran que la actual escasez de xoubiña “es algo normal” y que “empezará a abundar a mediados de junio”.
Al tiempo que explican que “a estas alturas ya se está empezando a pescar sardina, y aunque no es grande, tiene calidad”.
Algo en lo que abunda Miguel Iglesias, el patrón mayor de la cofradía de pescadores de Rianxo, donde se pescan las xoubiñas mejor valoradas y más cotizadas en los mercados.
"Xeito"
“Se está empezando a pescar bastante sardina con el arte del ‘xeito’, y lo mejor de todo es que ya tiene grasa”, remarca.
Puede decirse, en consecuencia, que a estas alturas del año la sardina “ya moja el pan”, que es tanto como decir que tiene suficiente calidad y grasa.
Según el refranero popular, “por San Juan, la sardina moja el pan”. Y parece que este año empieza a hacerlo con casi un mes de antelación, según confiesan en el propio sector, donde reconocen que, sin embargo, la pescada por la flota del cerco “está algo más seca aún”.
De este modo la “sardiña do xeito”, que es la que se pesca de forma totalmente artesanal dentro de la ría y la que llega menos “molida” al consumidor, empieza a adquirir un protagonismo que irá en aumento en las próximas semanas.
Al igual que puede ir a más su precio, que se dispara prácticamente en cada fiesta de San Juan. Salvo excepciones como la del verano de 2021, cuando había tanta cantidad de sardina que su precio acabó por los suelos.
Lonja de Cambados
Este verano parece que va a costar más cara. De hecho, como sucede con casi todo, ya lo está. Prueba de ello es que ayer se vendía la xouba y/o la medianilla en la plaza de abastos vilagarciana a unos 8 o 9 euros el kilo.
Mientras tanto, en la lonja de Cambados se subastaban 672 kilogramos, en este caso con un tope de 3 euros por kilogramo.
El viernes salían de este mismo puerto 147 kilos de sardina, a un tope de 5,90 euros; y el día antes se vendían 3.338 kilos en la lonja de Ribeira, a un máximo de 3.
Quiere todo esto decir que la sardina y/o la xouba ya cotiza alto en las plazas, como lo hacen el chincho (jurel pequeño), ayer a una media de 9 euros en el mercado municipal vilagarciano, y el jurel grande, que se vendía a 10.
Los arroaces confirman que está en la ría
Aunque no sea de gran tamaño, la sardina ya está dentro de la ría. Y no solo lo confirman los pescadores, sino que lo evidencian los delfines mulares (arroaces), muy presentes durante las últimas jornadas de pesca.
La interacción de estos mamíferos marinos con la flota no es nada nuevo. De hecho, el sector está acostumbrado a convivir con ellos. Y a sufrirlos, ya que cuando atacan los bancos de sardina pueden destrozar las redes.
“Estos días los arroaces están dando muchas pasadas a la xouba, por eso resulta más difícil cogerla, ya que los marineros intentan escapar de ellos para que no les rompan los aparejos”, indican en el puerto de Rianxo.
Donde confían en que este sea un año bueno para la sardina y en que su precio acabe compensando el fuerte desembolso al que deben hacer frente por el encarecimiento del combustible y otros gastos.
