El avance de las biotoxinas marinas ya es imparable

Los análisis realizados en Vigo y Pontevedra confirman que el episodio tóxico está afianzado

La instalaciones del Intecmar, con Covadonga Salgado.

La instalaciones del Intecmar, con Covadonga Salgado. / FDV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Tal y como se temía, el episodio tóxico provocado por el afloramiento costero de primavera tiende a consolidarse. A estas alturas hay ya una veintena de polígonos beteeiros cerrados en las Rías Baixas, y todo indica que pronto serán más, ya que los niveles de toxicidad siguen en aumento, sobre todo en las estaciones de medición exteriores de Pontevedra y Vigo.

Asó lo confirma el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), asentado en Vilaxoán (Vilagarcía) y encargado de velar por la calidad de las aguas y los productos en ellas cultivados.

“Dinophysis acuminata”

De sus últimas analíticas se desprende que existe un incremento de “Dinophysis acuminata”, es decir, una de las toxinas lipofílicas o diarreicas (DSP) que afectan al mejillón cultivado en viveros flotantes.

En el informe técnico sobre identificación y cuantificación de fitoplancton tóxico en agua de mar se aprecia, por ejemplo, que ese incremento se hace notar en la unidad de medición de la Boca Sur de la ría de Pontevedra.

Gráfico en el que se muestra lainfluencia de la “Dinophysis acuminata”, una de las toxinaslipofílicas, en las ríasgallegas. Cuanto más grande yoscuro es el círculo, mayor esel nivel de afección de labiotoxina sobre losmoluscos bivalvos.   | //  INTECMAR

Gráfico en el que se muestra lainfluencia de la “Dinophysis acuminata”, una de las toxinaslipofílicas, en las ríasgallegas. Cuanto más grande yoscuro es el círculo, mayor esel nivel de afección de labiotoxina sobre losmoluscos bivalvos. | // INTECMAR

Boca Sur de Vigo

Al igual que se ha detectado en la Boca Sur de Vigo, en la estación fija de control existente en esta misma ría y en el punto de seguimiento de Samil.

Confirmado este aumento de “Dinophysis acuminata” solo cabe esperar que vaya a más, de ahí que pronto pueda aumentar el número de polígonos inoperativos.

Como lo están, hay que insistir, los ocho de la ría de Pontevedra, tanto en aguas de Cangas como de Bueu y Portonovo.

Arousa

Al igual que a media tarde de ayer había otros ocho polígonos cerrados en la ría de Arousa, como son los Ribeira B y C, el Pobra H, los Cambados C (Norte) y C (Sur) y los Grove C2, C3 y C4.

El trabajo en las bateas arousanas.

El trabajo en las bateas arousanas. / PABLO HERNANDEZ GAMARRA

Para completarse la relación de polígonos temporalmente clausurados debido a las biotoxinas con el Muros C, en la ría Muros-Noia, y el Cangas D, en la de Vigo.

Como puede verse, todos los cierres se localizan en las Rías Baixas, donde por el momento quedan abiertos 16 polígonos arousanos, el de Baiona, once de Vigo y tres de Muros-Noia, junto a dos más operativos en Ares-Betanzos.

“Dinophysis acuminata”, una vieja conocida

“Dinophysis” es un dinoflagelado de costas y aguas oceánicas que incluye más de 200 especies, siendo la más frecuente en aguas gallegas la “Dinophysis acuminata”.

Es una de las que producen el ácido okadaico, es decir, la toxina que puede causar intoxicaciones diarreicas en humanos en caso de consumo de moluscos afectados, siendo la principal especie “transmisora” el mejillón.

Es lo que se conoce como “Diarrhetic Shellfish Poison” (DSP), la más conocida de las toxinas lipofílicas. Se trata de “enterotoxinas de naturaleza lipídica responsables de procesos patológicos de tipo entérico que afectan al tracto digestivo”, tal y como explican en el Intecmar.

Un centro dirigido por Covadonga Salgado y dependiente de la Consellería do Mar en el que recuerdan que este grupo de toxinas es cada año “el de mayor incidencia en Galicia, tanto por su frecuencia temporal como por su extensión geográfica”.

Ya se dijo en otras ocasiones que la intoxicación por toxinas DSP origina “molestias gastrointestinales” que van desde “diarreas, náuseas y vómitos” hasta “dolores abdominales y escalofríos”.

Los síntomas

Los síntomas aparecen entre 30 minutos y un máximo de doce horas desde la ingesta de los moluscos afectados, pudiendo prolongarse esa sintomatología hasta tres días.

También se dijo, y hay que insistir en ello, que la presencia de este tipo de toxicidades responde a un proceso totalmente natural y controlado, por lo que no hay motivo de alarma para los consumidores.

Así se descarga el mejillón en Galicia ahora que está "en carne"

Manuel Méndez

Pueden estar tranquilos y seguir consumiendo mejillón, siempre y cuando lo adquieran por los cauces reglamentarios, ya que solo así se garantiza, a través del Intecmar, que el molusco procede de zonas exentas de esa o cualquier otra toxicidad.

Un proceso natural que puede prolongarse hasta octubre

La llegada de fitoplancton portador de biotoxinas a las rías gallegas constituye un proceso totalmente natural y controlado por el Intecmar que suele repetirse cada primavera.

En ocasiones llega a prolongarse hasta seis o siete meses, ya sea ininterrumpidamente o bien alternando periodos de aperturas y cierres de polígonos bateeiros, dependiendo de la mayor o menos intensidad del episodio tóxico.

Todo depende de la cantidad de células acumuladas en el Atlántico que lleguen a introducirse en las rías, y también de la ría de que se trate, ya que no todas están igual de expuestas.

El año pasado cerró polígonos pontevedreses durante 233 días

El año pasado, por ejemplo, los polígonos Bueu A1, Bueu A2 y Bueu B estuvieron cerrados a causa de las biotoxinas durante 233, 231 y 203 días, respectivamente.

Se enclavan en la ría de Pontevedra, tradicionalmente la más castigada por estos episodios que popular, pero erróneamente, se conocen como “mareas rojas”.

A esos cierres se sumaron, en esa misma ría, los que afectaron al Cangas A (120 días), Cangas B (172), Portonovo A (146) y Portonovo B (167).

La segunda ría más perjudicada el año pasado fue la de Muros-Noia, donde sus cuatro polígonos sufrieron las consecuencias de los cierres.

El Muros B lo hizo durante 130 días, el A estuvo parado a lo largo de 160 jornadas, el Noia A cerró el ejercicio con 158 días de inactividad y el Muros C alcanzó 270 de parón.

En la ría de Vigo, las bateas más castigadas fueron las pertenecientes a los polígonos Cangas F y Cangas G, con 136 jornadas de cierre, junto a las del Cangas H (128) y las del Cangas D (99).

Arousa fue la ría menos afectada, con máximos de 145 días en Grove C2, 129 jornadas en el Grove C4 y 78 días de inactividad en el Cambados C.

En este caso hubo polígonos, como los interiores de Vilagarcía y Cambados, que no cerraron por la acción de las biotoxinas ni una sola jornada de 2022.

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