Los bateeiros han vuelto a manifestarse ayer en Santiago. Esta vez fueron alrededor de un centenar los participantes en la protesta, consistente en cortar o embotellar la circulación rodada en la capital de Galicia.
Querían así llamar la atención de la sociedad y seguir presionando a la Xunta, exigiendo que se les deje acceso libre a la semilla o cría del mejillón. Es decir, a la popular y polémica mejilla que crece en las rocas del litoral atlántico.
Caravana
Acudieron a Compostela con sus vehículos y una buena cantidad de remolques. En alguno de ellos llevaban las embarcaciones que habitualmente usan para acercarse a las piedras y recolectar esos alevines de mejillón que precisan para encordar sus viveros.
Y claro, con ese despliegue y el ritmo lento que marcaron, casi de procesión, acabaron consiguiendo su objetivo, que no era otro que irritar a más de uno y provocar un caos en el centro de la ciudad.
Con megáfonos
Todo ello acompañado del lanzamiento de consignas a través de megáfonos y un ensordecedor ruido provocado por las bocinas de los vehículos participantes, encargados de colapsar el entorno del Parlamento, la sede de la Xunta y la Cidade da Cultura.
Fue una protesta similar a la desplegada una semana antes, aunque más numerosa. Y no será la última, ya que los bateeiros insisten en presionar a la Xunta para conseguir una rectificación de Mar.
130 kilómetros
Una Consellería donde recuerdan que ya abrieron 130 kilómetros más de costa para que se pueda recolectar cría, que deben proteger también las zonas de percebe y que ofrecen muchas facilidades a los bateeiros, como permitirles colocar cuerdas recolectoras de mejilla incluso en las bateas de ostra.
Sin olvidar el ofrecimiento de eliminar la veda y propiciar la recogida de cría todo el año, que es algo que el propio sector rechazó.