Estos son los pros y contras de las mareas vivas de 2023

Habrá jornadas especialmente indicadas para el marisqueo y otras de riesgo extremo de inundación

Un episodio de bajamar acusado (seca) en los bancos marisqueros entre Castrelo (Cambados) y A Toxa (O Grove). A la izquierda se aprecia uno de los tractores que aprovechan las mareas vivas para oxigenar el lecho marino.

Un episodio de bajamar acusado (seca) en los bancos marisqueros entre Castrelo (Cambados) y A Toxa (O Grove). A la izquierda se aprecia uno de los tractores que aprovechan las mareas vivas para oxigenar el lecho marino. / M. Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Enero, febrero, marzo, agosto y septiembre. Son los meses de 2023 en los que hay fechas que apuntar en el calendario, por aquello de coincidir con mareas vivas. 

¿Qué quiere decir esto? Pues que habrá días de acusada bajamar, propicios para el marisqueo y el furtivismo, y otros con una pleamar tan realzada que pueden producirse desbordamientos de ríos e inundaciones, si es época de lluvias, o que, por el contrario, pueden desalojar las playas, si se trata de jornadas de baño con arenales masificados que se quedan sin arena en la que estirar la toalla.

De ahí la importancia de la tabla de mareas anual para el sector de la pesca, el marisqueo y la acuicultura, pero también para el conjunto de la sociedad. Y la correspondiente a 2023 arroja datos muy significativos que no conviene perder de vista.

Para analizarlos hay que tener presente que la bajamar escorada, máxima bajamar viva equinoccial o cero hidrográfico, establece hasta dónde, en algún momento, queda descubierta la superficie terrestre por efecto de la retirada del mar. Son las popularmente conocidas como “secas”.

Cuando los astros se alinean

Se producen con las llamadas mareas vivas, que se calculan tomando como referencia las alturas de pleamar y bajamar en sizigias equinocciales, es decir, cuando los astros están en conjunción y la posición del sol es tangente al ecuador terrestre, lo que sucede el 21 de marzo y el 23 de septiembre de cada año.

Esas secas constituyen un proceso tan natural como necesario, ya que representa una renovación del agua de las rías y sus nutrientes, que, como queda dicho, suele ir de la mano de los episodios de pleamar, cuando el nivel del mar se eleva muy por encima del que suele ser habitual.

Es, cabe insistir, cuando pueden desencadenarse peligrosas inundaciones, en caso de coincidir con intensas precipitaciones.

Dicho esto, hay que prestar atención a la tabla de mareas de 2023, tanto para predecir situaciones de riesgo, en el caso de las crecidas excesivas del mar, como para planificar la actividad marisquera, ya que a mayores “secas”, mejor, más productivo y más sencilla puede resultar la labor de mariscadores, recolectores de mejilla y otros muchos trabajadores del mar.

Arado y oxigenación

Sin olvidar que con una bajamar acusada es más fácil efectuar tareas de resiembra de bivalvos, arado y oxigenación del lecho marino, limpieza de zonas productivas y recuperación de los bancos improductivos, que cada vez son más en rías como Arousa.

Pues bien, no se suele alcanzar el cero hidrográfico, y lo frecuente es que el nivel del mar baje hasta los 0,50 y, ya si lo hace de forma acusada, incluso hasta los 0,40 o 0,30 metros sobre la línea de bajamar escorada. Pero buena parte de las jornadas de cada año se sitúan cerca o por encima de un metro.

Imagen de archivo de una fuerte pleamar en el Museo de la Salazón de Punta Moreiras (O Grove).

Imagen de archivo de una fuerte pleamar en el Museo de la Salazón de Punta Moreiras (O Grove). / FdV

Sin embargo, en 2023 se rondará la máxima bajamar viva equinoccial en jornadas como las del 23 de enero y el 20 de febrero, con 0,20 metros sobre la línea de bajamar escorada. 

Sobre todo se rozará el tope el 21 de febrero, con solo 0,10 metros cuando sean las once de la mañana; una hora propicia para la práctica del marisqueo a pie o para que los bateeiros aprovechan para recolectar semilla en las rocas del litoral.

Esas importantes secas, de 0,20 y 0,30, se repetirán entre las diez y las once de la mañana de los días 21, 22 y 23 de marzo, que también son laborables.

Un coche atrapado por las mareas vivas.

Un coche atrapado por las mareas vivas. / FdV

Tras unos meses de mayo, junio y julio oscilando la bajamar entre los 0,60 y los 1,60 metros, caracterizados por las mareas muertas (cuando durante los periodos de cuarto creciente y menguante la luna, la Tierra y el sol forman un ángulo recto y la atracción de la gravedad es mínima), las siguientes secas llegarán en agosto, concretamente los días 4 y 31. 

Furtivismo

Pero, aún alcanzándose los 0,20 y 0,10 metros, respectivamente, no servirán de mucho a los mariscadores y sí despejarán el camino a los furtivos, ya que se producirán a medianoche.

Algo parecido a lo que sucederá a principios y finales de septiembre, con la salvedad de que además de registrarse de noche, la bajamar de 0,20 llegará también a las once de la mañana del sábado 30, por lo que podrá convertirse en una de esas jornadas que aprovecha el sector marisquero para limpiar y regenerar sus bancos.

Las crecidas

En cuanto a la pleamar, las máximas suelen situarse entre 1,50 y 3,00 metros sobre la línea de bajamar escorada, siendo ya muy significativas las mareas vivas que permiten alcanzar los 4 metros. 

Una barrera que se alcanzará en la madrugada del 25 de enero en la ría de Arousa y se superará a las 4.50 horas del día 23 de ese mismo mes y a las 5.38 de la jornada siguiente, cuando se esperan alturas de 4,10 metros.

4,20 metros, en febrero

Mayor será aún la subida en febrero, ya que en la madrugada de los días 21 y 22 se esperan hasta 4,20 metros, que será el máximo que se alcance en la ría el año que viene.

Es algo a tener muy en cuenta, dado que se trata de época de lluvias y, como se indicaba anteriormente, esos acusados episodios de pleamar pueden causar trastornos considerables.

El río Con desbordado, por coincidir la marea llena con intensas precipitaciones.

El río Con desbordado, por coincidir la marea llena con intensas precipitaciones. / Noé Parga

Al igual que puede suceder en marzo, con 4,10 metros entre las cuatro y las cinco de la madrugada de los días 22 y 23.

¿Playas sin arena?

Desde ese momento ya no volverán a registrarse episodios similares hasta principios de agosto, cuando el agua se elevará hasta los 4.10 metros entre las cinco y las siete de la tarde de los días 3, 4 y 31; jornadas que pueden complicarse con tanta subida del nivel del mar si las playas están llenas.

Niveles altos que se superarán, para alcanzar los 4,20 metros sobre la línea de bajamar escorada, a las seis y media de tarde del sábado 2 de septiembre, quedándose la marea en 4 metros a las 19.19 horas del día siguiente.

Trabajos de arado del lecho marino, aprovechando la bajamar.

Trabajos de arado del lecho marino, aprovechando la bajamar. / FdV

También habrá mareas vivas considerables a finales de ese mes, con 4 metros de tope el 28, una altura de 4,10 metros el 29 y 4,20 el día 30, en los tres casos a media tarde.

Los 4 metros se alcanzarán, igualmente, el 1 y el 28 de octubre, cerrándose el año 2023 con episodios de pleamar que se situarán entre los 3 y los 3,70 metros durante prácticamente todo diciembre.

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