Todo el mundo sabe que a partir del 1 de diciembre, cuando comience la campaña de extracción de la semilla de mejillón, volverán los problemas entre bateeiros y percebeiros.
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Como se sabe que la tensión y las protestas de los acuicultores irán en aumento a medida que avance 2023 y se acerquen las elecciones municipales.
Esta situación, aunque políticamente beneficia al PSOE, preocupa a este grupo, que teme los enfrentamientos que, a buen seguro, van a producirse en las rocas del litoral gallego si la Consellería do Mar no rectifica y mantiene las limitaciones de las zonas de obtención de cría.
Otra “guerra de la mejilla” a la vuelta de la esquina
Es por ello que los diputados Julio Torrado y Patricia Otero interpelan a la Consellería do Mar en la Comisión de Pesca y Marisqueo del Parlamento para que aclare de una vez por todas qué piensa hacer la Xunta al respecto.
Zonas acotadas
Los socialistas quieren saber si Alfonso Rueda y su equipo tienen previsto modificar su postura en relación con la limitación de las zonas de extracción de mejilla, que es lo que provocó los peores enfrentamientos en la anterior campaña recolectora, la pasada primavera.
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Al igual que preguntan los socialistas si el Gobierno de Galicia tiene voluntad real de “evitar posibles tensiones”, dejando constancia de que es la propia Administración la que “empuja” a bateeiros y percebeiros hacia el enfrentamiento en las piedras.
Hay escasez de cría en las piedras
Una disputa que incluso puede ser mayor que en años precedentes, ya que, como indican los bateeiros y los propios diputados del PSdeG-PSOE, ahora parece haber menos cría que nunca en el litoral atlántico.
Remarcan Torrado y Otero que, muy a su pesar, y para descontento de los bateeiros y de no pocos dirigentes y/o candidatos del PP, que también exigen una rectificación, Mar “no muestra voluntad alguna de resolver los conflictos que ha creado y se mantiene inflexible”.
"Guerra de la mejilla": nuevos ataques y un pleito interminable
Por cierto, que los diputados socialistas quieren dejar claro que el conflicto no es atribuible a percebeiros ni mejilloneros, sino a la incapacidad de la Consellería do Mar para resolver un problema que “ella misma creó”.