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La cepa albariña coloniza nuevos territorios

Lagar da Condesa planta 4.000 en Vilagarcía

La plantación de Berdón (Vilagarcía), ya con las primeras cepas plantadas en el viñedo creado por Lagar da Condesa y el grupo Hijos de Juan Gil. Noé Parga

La Denominación de Origen Rías Baixas sigue ampliando horizontes. Lo hace, como se explicó en ocasiones anteriores en FARO, con la puesta en marcha de nuevas zonas de producción a manos de muchas de sus bodegas, o bien con la llegada a este territorio de algunas de las más importantes del país, como sucedió con Vega Sicilia.

Y es en esta época del año, aprovechando días de lluvia como los registrados la semana pasada y los que están por venir, cuando se acelera al máximo el ritmo de plantación de las cepas.

Las nuevas plantas. Noe Parga

En su práctica totalidad corresponden a la variedad de uva albariña, aunque también cabe la opción de plantar otras consideradas preferentes, como son la loureira o marqués, treixadura y caíña, en el caso de las blancas, y las espadeira y sousón, en el caso de las tintas.

Val do Salnés

Sucede a lo largo y ancho de las cinco subzonas productoras de esta marca de calidad, aunque, si cabe, con especial intensidad en la más rica de todas, la del valle de O Salnés, en la que se integran Cambados, Meaño, Sanxenxo, Ribadumia, Meis, Vilanova, Portas, Caldas, Vilagarcía, Barro, O Grove y A Illa.

Distribución por variedades.

Y todo cuanto suceda aquí cobra especial relevancia para el conjunto de Rías Baixas, pues no hay que olvidar que en la pasada vendimia, un total de 163 bodegas y 5.046 viticultores alcanzaron la histórica cifra de 44 millones de kilos, y nada menos que el 68% de esa producción pertenecía a Val do Salnés, seguida por Condado do Tea (20%) y O Rosal (9%).

Al aludir a la importante subzona arousana pueden citarse como ejemplo las plantaciones que se están llevando a cabo en Cambados, Meaño, Ribadumia y Vilagarcía.

En este último caso destacan las de Castroagudín, Santa Mariña y, sobre todo, las plantaciones situadas en el entorno de Guillán, Berdón, Trabanca Badiña y A Torre.

Como en su momento avanzó el decano de la prensa nacional, diversas empresas vitivinícolas de indudable prestigio en el seno de Rías Baixas adquirieron terrenos en los montes de esos lugares para convertirlos en viñedos.

Y uno de los más llamativos es el de Guillán y Berdón, ahora también uno de los más avanzados, ya que tras la colocación de postes y apertura de zanjas ha comenzado ya el proceso de plantación.

Se trata de la explotación perteneciente a la bodega Lagar da Condesa, integrada en el grupo Bodegas Hijos de Juan Gil y en pleno proceso de crecimiento y expansión.

Las plantas injertadas y certificadas son de uva albariña. Noé Parga

De ahí que adquiriera más de 24 hectáreas de terreno en Berdón, donde ahora afronta la plantación de 4.000 cepas de la variedad albariña injertadas y debidamente certificadas, aún lacradas con la característica cera de color rojo que indica que acaban de llegar del vivero.

Así lo confirma el principal responsable de Lagar da Condesa, David Landín Roig, quien en su día había dejado patente en este periódico el interés de su bodega por ampliar horizontes en Vilagarcía.

A pleno rendimiento dentro de un lustro

Y así lo está haciendo, ahora de manera aún más acelerada, ya que en las próximas semanas se completará este proceso de plantación y las nuevas cepas, situadas en la ladera del monte que se orienta hacia la ría de Arousa, empezarán a desarrollarse rápido, con la esperanza de que produzcan pronto una uva de la máxima calidad.

A este respecto, procede indicar que el plazo legal establecido por el Consello Regulador de Rías Baixas para obtener uva desde que se certifican o inscriben las nuevas plantaciones es de tres años. Y en este caso es deseo de la propiedad que las cepas plantadas en Berdón alcancen la plena producción en el plazo máximo de un lustro.

Generación de empleo

Ni que decir tiene que, como indicaba el empresario David Landín hace casi un año, la creación de este viñedo representa “una importante oportunidad para la zona en cuanto a desarrollo económico y generación de empleo”.

Sobre todo porque “la política de empresa nos lleva a contratar gente de la zona en la que estamos asentados, y en el caso de esta finca de Vilagarcía estamos hablando de, al menos, tres personas fijas, a las que se sumarán los trabajadores eventuales que vamos a necesitar cada año, que pueden ser una decena para las tareas de poda, y alrededor de sesenta más cuando llegue la vendimia”, anunciaban en abril desde Lagar da Condesa.

Un crecimiento imparable

La operación del grupo vitivinícola Hijos de Juan Gil a través de la firma Lagar da Condesa, habilitando su nuevo viñedo en los montes de Vilagarcía, es solo un ejemplo del importante trabajo que están realizando las bodegas de Rías Baixas para ampliar horizontes.

Baste recordar que Terras de Lantaño-Viña Cartín, con sede en Portas, es otra de las empresas que no han dejado de crecer en los últimos años, tanto con sus viñedos originales como con los adquiridos en Santa Mariña (Vilagarcía de Arousa), Vilanova y Meis.

Como es otra de las bodegas que actualmente hacen realidad nuevas zonas productoras, como sucede con las cuatro hectáreas de terreno que ha habilitado en Castroagudín (Vilagarcía).

Crecimiento al que no es ajena una de las referencias indiscutibles de la Denominación de Origen, la cooperativa vitivinícola Martín Códax, que también adquirió terrenos en Vilagarcía, muy cerca del nuevo viñedo de Lagar da Condesa.

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