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Vilagarcía se pone de moda entre las bodegas de Rías Baixas

Uno de los desmontes realizados para la plantación de vides, a los pies del campo de fútbol de Berdón. M. Méndez

Vilagarcía está de moda y se ha convertido en objeto de deseo para el sector vitivinícola. Algo parecido a lo que sucede últimamente con los municipios que integran la zona productora conocida como Ribeira do Ulla.

Con localidades como Cambados, Meaño, Ribadumia o Meis saturadas, es decir, prácticamente repletas de viñedos y cada vez con menos posibilidades de crecimiento, las miradas de bodegueros y viticultores se centran en la capital de la comarca, donde ya hay importantes firmas asentadas y sobradas opciones de expansión, con interesantes terrenos aptos para la plantación de variedades de uva como la albariña.

Así lo demuestra el hecho de que a firmas ya consolidadas en el municipio como Pazo de Rubianes, La Caña o Maior de Mendoza, quieran sumarse otras tres grandes bodegas, como son Lagar da Condesa (Caldas), Terras de Lantaño (Portas), que ya dispone de viñedos en la localidad, y una de las cooperativas vitivinícolas más importantes de España, la cambadesa Martín Códax.

Estas tres firmas trabajan desde hace tiempo en los despachos, y sobre el terreno, para desarrollar cuanto antes ambiciosos proyectos expresamente ideados para su ejecución en la localidad vilagarciana.

Lo que plantean es la explotación de decenas de hectáreas que, en su práctica totalidad, han sido adquiridas a la familia propietaria del Pazo da Golpelleira; unas instalaciones de indudable valor patrimonial y provistas de una inmensa finca anexa que, en los últimos años, está siendo utilizada para la organización de bodas, banquetes y todo tipo de eventos multitudinarios.

Imagen de archivo del Pazo da Golpelleira. Iñaki Abella

Esto último cobra una significación especial, ya que hay bodegas que intentaron, aunque hasta ahora sin éxito, hacerse con la explotación de ese gran pazo, sus jardines y demás dependencias, tratando de desarrollar acciones enoturísticas.

Precisamente por el hecho de tratarse de terrenos adquiridos a la conocida como “familia Golpelleira”, que además del pazo tuvo una casi incalculable posesión de terrenos en Vilagarcía, la mayor superficie adquirida por las bodegas se sitúa en las inmediaciones del señorial edificio.

Un desmonte de 3 hectáreas realizado entre Guillán y Berdón para la plantación de cepas de albariño, a instancias de Lagar da Condesa. M. Méndez

Se trata de las casi interminables posesiones que desde tiempos inmemoriales disfrutó la familia al noreste del pazo y su finca matriz, es decir, en el entorno del campo de fútbol de Berdón, a caballo entre el poblado allí asentado y los lugares de Trabanca Badiña, A Torre y Guillán. Y tanto a un lado como al otro de la vía rápida conocida como acceso norte a Vilagarcía, que avanza entre Bamio y Godos (Caldas).

La circunvalación norte de Vilagarcía, con terrenos para viñedos a uno y otro lado. M. Méndez

En ese último municipio se asienta una de las bodegas que van a expandirse habilitando viñedos en Vilagarcía. Se trata de Lagar da Condesa, perteneciente al grupo Bodegas Hijos de Juan Gil y adherida a la Denominación de Origen Rías Baixas.

“Es una oportunidad de crecimiento, empleo e ingresos para Guillán, A Torre, Trabanca y todo su entorno”

David Landín - Gerente de la bodega Lagar da Condesa.

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Al frente de la misma se encuentra David Landín Roig, quien confirma el interés de esta empresa vitivinícola por ampliar horizontes en la localidad vilagarciana, donde ha adquirido más de 24 hectáreas de terreno; tres de ellas pegadas al campo de fútbol.

Conforman una gran y soleada superficie orientada al oeste y con vistas a la ría de Arousa, situada a apenas un par de kilómetros, por lo que sus uvas estarán claramente influenciadas por el plus de diferenciación que confiere el Atlántico a los vinos de Rías Baixas.

El empresario se muestra ilusionado, pero también plenamente convencido de que proyectos como el suyo y los pertenecientes a las demás bodegas constituyen “una importante oportunidad para la zona en cuanto a desarrollo económico y generación de empleo”.

Terrenos elegidos para la plantación de vides, entre el campo de fútbol de Berdón, a la izquierda, y el poblado de Berdón, a la derecha. M. Méndez

Unos setenta trabajadores

En su caso concreto, detalla que “la política de empresa nos lleva a contratar gente de la zona en la que estamos asentados, y en el caso de la finca que pretendemos habilitar en Vilagarcía estamos hablando de, al menos, tres personas fijas, a las que se sumarán los trabajadores eventuales que vamos a necesitar cada año, que pueden ser una decena para las tareas de poda y alrededor de sesenta, cuando llegue la vendimia”.

El desmonte realizado entre el campo de fútbol de Berdón y el barrio de A Torre. M. Méndez

Dicho de otro modo, que “es una oportunidad de crecimiento, empleo e ingresos para Guillán, A Torre, Trabanca y todo su entorno”, reflexiona el representante de Lagar da Condesa.

Valor añadido

Al igual que considera su proyecto un impulso y un valor añadido para el sector vitivinícola en su conjunto, la Denominación de Origen Rías Baixas e incluso para el medio ambiente, ya que esta bodega va a desplegar en sus plantaciones de Berdón y su entorno un proyecto de economía circular que permitirá la implementación de abonos naturales, obtenidos a partir del reciclaje y/o compostaje.

Sin olvidar la contribución que esta implantación de Lagar da Condesa en Vilagarcía supondrá al crecimiento del grupo Viñas Familia Gil, del que forman parte pequeñas bodegas de las principales regiones vinícolas de España unidas con el propósito de ofrecer al consumidor “una selección de vinos de diferentes orígenes y diferentes temperamentos de uvas autóctonas, pero emparentados por el mismo tronco familiar y hermanados por el nervio de la calidad y la tradición”.

Lo que Lagar da Condesa quiere, en definitiva, es favorecer en Vilagarcía una producción de albariño que complementará la que cada año obtiene en Arcos da Condesa (Caldas), donde dispone de once hectáreas propias de viñedo dedicado exclusivamente a esta popular variedad de uva.

En constante crecimiento

Tras lograr su primera cosecha en 2013, esta bodega caldense, con instalaciones levantadas en piedra granítica, rodeadas de viñedos y provistas de las más modernas tecnologías, trata así de seguir creciendo en cuanto a producción, actualmente centrada en marcas como “O Fillo da Condesa”, “Lagar da Condesa” y “Kentia”.

Imagen de archivo del gerente de Lagar da Condesa en el interior de su bodega. FdV

Al igual que quiere seguir innovando para “extraer las mejores cualidades de la uva”, aunque manteniendo “la recolección manual” de la misma y un proceso de vinificación que “combina el método tradicional con la tecnología más avanzada y respetuosa con el medio ambiente y las propias plantas de albariño”.

Esa ilusión con la que David Landín afronta este proyecto y se refiere a sus bondades, es la misma que se aprecia al hablar con César Méndez, gerente de Terras de Lantaño-Viña Cartín, una bodega familiar que en la última década no ha dejado de crecer en torno al albariño y bajo el paraguas de la DO Rías Baixas, explotando viñedos situados tanto en Santa Mariña (Vilagarcía de Arousa) como en Vilanova, Meis y Portas, donde tiene su sede.

“Lo que queremos es seguir creciendo como lo hicimos en los diez últimos años, cuando pasamos de 50.000 a 350.000 litros de albariño de la máxima calidad”

César Méndez - Gerente de Terras de Lantaño

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Ahora se dispone a dar un paso más. De nuevo en Vilagarcía, pues a las 8,5 hectáreas de viñedo de albariño que explota ya, en las inmediaciones del matadero, se sumarán muy pronto las cuatro hectáreas que acondiciona en una finca de su propiedad situada en Castroagudín.

“Lo que queremos es seguir creciendo como lo hicimos en los diez últimos años, cuando pasamos de 50.000 a 350.000 litros de albariño de la máxima calidad”, sentencia César Méndez desde Terras de Lantaño.

Como “seguir creciendo” es lo que busca la cooperativa Martín Códax con la adquisición de un par de parcelas también ligadas a la “familia Golpelleira”.

“Es una forma de seguir creciendo y un buen ejemplo de que los viticultores confían en el proyecto de la bodega y en el futuro de nuestro sector, de ahí que se afronten nuevas y esperanzadoras etapas como esta"

Juan Vázquez - Presidente de Martín Códax

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Suman alrededor de ocho hectáreas y van a contribuir a enriquecer el indiscutible potencial enológico de la que es una de las firmas más importantes de la Denominación de Origen Rías Baixas, y de todo el sector vitivinícola nacional.

Futuro esperanzador

“Es una forma de seguir creciendo y un buen ejemplo de que los viticultores, cada vez más profesionalizados, confían en el proyecto de la bodega y en el futuro de nuestro sector, de ahí que se afronten nuevas y esperanzadoras etapas como esta que emprendemos en Vilagarcía”, reflexiona Juan Vázquez, el presidente de la cooperativa cambadesa.

También confirma que ante las limitaciones existentes en los municipios tradicionalmente dedicados a la producción de vino en O Salnés, “ahora se abren algunas vías de expansión con la concentración parcelaria de Ribadumia; aunque el sector mira, sobre todo, a localidades como Vilagarcía”.

Y es que, como se decía al principio, esta localidad está de moda. Como lo están Pontecesures, Catoira, Valga y otras localidades de la Ribeira do Ulla; subzona productora perteneciente a Rías Baixas que hace unos años, cuando apareció en escena, no acababa de convencer, pero que poco a poco se está abriendo camino.

Esto se debe, según explican diversos bodegueros y viticultores consultados, a que las uvas producidas a orillas del Ulla están alcanzando unos parámetros realmente sorprendentes.

Algunos explican que “al principio, existía cierta desconfianza en cuanto al resultado que podría obtenerse con el vino elaborado allí, dada la humedad de esa zona pegada al río”.

Pero confiesan que, de un tiempo a esta parte, y tanto si es a causa del cambio climático como por otras razones, “lo cierto es que se está logrando una uva de muy buena calidad”, de ahí que muchas bodegas, entre ellas algunas muy importantes, estén adquiriendo terrenos para plantar albariño.

En definitiva, que en plena pandemia el sector vitivinicultor ejecuta importantes inversiones, con lo que esto supone de beneficios no solo para el propio sector, sino para el tejido económico de las diferentes localidades.

Terras de Lantaño, en Santa Mariña y Castroagudín

La parcela que Terras de Lantaño acondiciona en Castroagudín (Vilagarcía). FdV

La bodega Terras de Lantaño-Viña Cartín, asentada en Portas, tiene viñedos tanto en ese municipio como en Santa Mariña (Vilagarcía de Arousa), Vilanova y Meis. Pero quiere seguir creciendo, por lo que se ha puesto manos a la obra para ampliar sus plantaciones, ahora en Castroagudín.

Viñedos de Terra de Lantaño en Santa Mariña (Vilagarcía)

César Méndez, el gerente de Terras de Lantaño, confirma que son muchas las bodegas que, como la suya, quieren seguir ampliando horizontes y han puesto sus ojos en Vilagarcía, donde las posibilidades de expansión parecen más que evidentes. Y así lo ha comprobado esta misma bodega en Santa Mariña.

Los desmontes realizados confirman la idoneidad del suelo

Los desmontes realizados para la plantación de vides prevista en el entorno de Berdón y Guillán confirman que el terreno es idóneo para este tipo de cultivos.

En las bodegas implicadas dicen estar convencidos de que será posible obtener una uva de excelente calidad capaz de generar un albariño todavía mejor.

Uno de los desmontes efectuados en Vilagarcía para plantar cepas. M. Méndez

Los pinos y eucaliptos han desaparecido en el entorno del campo de fútbol

Al hablar de la implantación de bodegas en Vilagarcía hay que resaltar que en el entorno del campo de fútbol de Berdón había un gran pinar propiedad de los comuneros de Guillán y el Pazo da Golpelleira.

A estas alturas, pinos y eucaliptos han desaparecido por completo, dejando al descubierto una inmensa superficie en la que plantar vides e instalar una zona de aparcamiento que dé servicio al terreno de juego y las propias bodegas.

A la derecha, la superficie reservada por los comuneros para aparcamiento. M. Méndez

Orientados al oeste, para recibir los vientos atlánticos, y con vistas privilegiadas

Los terrenos de Berdón y Guillán elegidos para montar grandes viñedos están bien orientados al oeste y en una zona elevada, por lo que gozan de formidables vistas sobre la ría y reciben el aire atlántico que caracteriza al albariño cultivado en los municipios costeros de las Rías Baixas.

Los terrenos elegidos están en una zona elevada desde la que se observa la ría. M. Méndez

Esos terrenos elegidos por las bodegas que se están emplazando en Vilagarcía van desde el campo de fútbol y el poblado de Berdón hasta Guillán, avanzando monte arriba hasta el otro lado de la circunvalación norte de Vilagarcía.

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