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Los críticos del PP meco quieren un congreso de renovación urgente

Beatriz Castro no será alcaldable en 2023, por lo que quieren encontrarle relevo ya

Beatriz Castro en el congreso en el que fue proclamada presidenta local del PP y alcaldable, hace un lustro. | // FDV

La noticia publicada ayer en FARO sobre la crisis interna que se vive en el PP ha servido para que numerosos militantes de la formación se sumen a las quejas y lamentos de sus barones, demandando cada vez con más fuerza la convocatoria urgente de un “congreso de renovación”.

De este modo “podrán empezar a prepararse a conciencia las elecciones del año que viene”, e incluso sería el momento de “buscar relevo” a Beatriz Castro, ya que todo parece indicar que la número 1 de la formación no repetirá como cabeza de cartel.

Consideran los críticos que la “inacción y tibieza” de Castro y su equipo en asuntos clave como el PXOM y la construcción del Auditorio Municipal están haciendo “un daño terrible” al partido.

El congreso de marzo de 2017, en el que Beatriz Castro fue proclamada presidenta del PP y postulada como alcaldable para 2019. FdV

Tanto es así que incluso dudan que en las próximas elecciones vaya a conservar su condición de primer grupo de la oposición, ya que, insisten, “Esquerda Unida nos ha ganado terreno al ejercer como el principal grupo opositor, aunque no lo sea”.

Es por todo ello que los críticos abogan por la renovación. Y los hay que piden que Beatriz Castro y su equipo presenten su dimisión, tanto en la ejecutiva como en su condición de ediles electos.

Se refieren a la propia Castro, Víctor Otero Prol y Martín Rivera Búa, que son los que tienen las tres únicas actas que conserva el partido tras la debacle electoral de 2019.

Como aspirantes a tomar posesión, en caso de que se marchen, estarían los exediles Alejandra Lamas Domínguez y Fernando Meis, junto a Francisco Javier Fuentes Castro y Tucho Fraga.

FARO DE VIGO destapó ayer la crisis interna

Como ya se explicaba ayer en FARO DE VIGO, queda algo más de un año para las próximas municipales, pero el nerviosismo parece empezar a notarse en las filas de la formación, ya que son muchos los que la consideran “totalmente desmembrada” y se quejan de que “tenían que haberse aprovechado los últimos años, después de la debacle de 2019, para construir un partido fuerte otra vez y, desde la oposición, hacer un trabajo serio y con opciones de volver a gobernar O Grove”.

Pero, muy por el contrario, “las cosas han ido de mal en peor”, proclaman los barones conservadores consultados, quienes entonan el mea culpa cuando sostienen: “Fuimos nosotros los principales responsables de que el PSOE de José Cacabelos alcanzara una mayoría absoluta que ahora emplea como un rodillo”.

Dicho lo cual, cuestionan el liderazgo de Beatriz Castro y critican su papel y el de los otros dos ediles conservadores, explicando que “en O Grove están ocurriendo cosas realmente graves sin que nuestro partido haga absolutamente nada para remediarlo o, cuando menos, para denunciarlo públicamente”.

Fuimos nosotros los principales responsables de que el PSOE de José Cacabelos alcanzara una mayoría absoluta que ahora emplea como un rodillo

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Como se indicaba anteriormente, asumen que “parece que solo Esquerda Unida es capaz de fiscalizar la labor del gobierno”, por lo que piden “un cambio de rumbo decidido para recuperar peso y protagonismo”, como también para “empezar a preparar las elecciones municipales de 2023”.

Quienes así se posicionan temen que, en caso contrario, “la sangría” de los pasados comicios vuelva a repetirse en los siguientes. Y dado que asumen que Beatriz Castro no repetirá como cabeza de cartel, demandan que su relevo empiece a fraguarse “desde ya”, antes de “seguir perdiendo protagonismo”.

Al conversar con algunos de los históricos del PP meco se constata que el malestar viene de lejos, aunque parece ir en aumento “a medida que nos enteramos a través de Esquerda Unida de todo cuanto está ocurriendo” con el Auditorio Municipal Escuela de Música que se construye en Monte da Vila, y que algunos definen como “el mausoleo de Cacabelos”.

En O Grove están ocurriendo cosas realmente graves sin que nuestro partido haga absolutamente nada para remediarlo o, cuando menos, para denunciarlo públicamente

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También hay en el PP quien considera que “las cosas se hicieron rematadamente mal desde el momento en que se relevó a Miguel Pérez”, el exalcalde meco y expresidente de la agrupación conservadora, a quien sustituyó Beatriz Castro.

“Tanto ese relevo como la elección de los primeros puestos de la lista para las municipales de 2019 abrieron una herida que está muy lejos de cerrarse”, aseguran algunos de los barones del PP que han querido dar a conocer su “enfado y preocupación” por la situación actual del partido.

Los concejales del PP de O Grove. FdV

Heridas que nunca dejaron de sangrar y se agravaron en 2019

Beatriz Castro Vidal fue proclamada presidenta del PP de O Grove en marzo de 2017, además de ser postulada como alcaldable para la cita con las urnas que iba a celebrarse en 2019.

Parece que solo Esquerda Unida es capaz de fiscalizar la labor del gobierno

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Sucedió en un congreso desarrollado en Monte da Vila al que acudió el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, y en el que trató de escenificarse una aparente calma interna. Pero era algo irreal, ya que antes, durante y después del congreso quedaron puestas de manifiesto las enormes heridas abiertas en el seno de la formación.

Aquellas heridas nunca cicatrizaron del todo y Miguel Pérez, el que fue alcalde meco durante dos mandatos y suplió Beatriz Castro, después del terrible batacazo electoral que sufrió el PP en 2015 como consecuencia de su intento por aprobar un PXOM, dimitió como concejal en diciembre de 2017,.

Es decir, un tiempo prudencial después de la renovación de la ejecutiva local.

Lo que sucedió fue que aquellas heridas siguieron desangrando al partido e incluso parecía que algunas se retroalimentaban con sal y vinagre, sobre todo cuando Beatriz Castro y su equipo colocaron como número 2 para la cita de 2019 a Víctor Otero Prol, que se había marchado años antes al Partido Galeguista para después volver al PP, y en el 3 a un joven desconocido como Martín Rivera.

El resultado se vio en las urnas, cuando los conservadores cosecharon el peor resultado que se podía recordar y bajaron a solo tres concejales electos: Castro, Otero y Rivera.

Apenas tres años después puede decirse que su papel en la oposición fue perdiendo gas a medida que avanzaba el mandato, y eso es lo que reprochan ahora los barones populares que empiezan a exigir a gritos un nuevo liderazgo.

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