Un mes y 2.970 kilómetros a pedales: “Pichi” está en Santiago

El grovense Juan Prieto, "Pichi", a su llegada a la Catedral de Santiago, esta mañana. / FdV

Radiante de felicidad y sin parar de reír. Disfrutando del momento y recordando las aventuras que ha tenido que pasar durante un mes dando pedales para recorrer, finalmente, 2.970 kilómetros.

"Pichi" posa orgulloso en una imagen para el recuerdo, esta mañana. / FdV
Es Juan Prieto, “Pichi”, el grovense que decidió avanzar en bicicleta desde la plaza de San Pedro (Roma) hasta el Obradoiro por una buena causa: dar visibilidad a las personas con discapacidades de O Salnés y recaudar fondos para la asociación encargada de ayudarles y arropar a sus familias, Anduriña.

"Pichi" a su llegada a España. / FdV
Eran las nueve y media de la mañana cuando “Pichi” alcanzaba su meta y se fotografiaba ante la Catedral, como un auténtico campeón que disfruta del momento en lo más alto del podio.
Inmediatamente, incluso antes de ir a reclamar la Compostela con la que acreditar este peregrinaje, daba cuenta de la proeza a FARO DE VIGO.
“Estoy en casa”, exclamaba con orgullo este incombustible ciclista. Y no es para menos, ya que la que ha completado, a través de Toscana, la Costa Azul, Cataluña, Aragón, Navarra y otros puntos de Italia, Francia y España es una ruta tan hermosa y larga como compleja.

El paso del grovense por el municipio fronterizo de Le Perthus supone su adiós a territorio francés. /
Aunque, afortunadamente, no tuvo que hacer frente a grandes adversidades meteorológicas que le habrían complicado, y mucho, las cocas.
Quizás por ello ha completado los cerca de 3.000 kilómetros en bicicleta un día antes de lo que tenía previsto, para sorpresa e incredulidad de algunos y para admiración y reconocimiento de muchos.

El ciclista meco, a su entrada en Santiago. / FdV
En cuanto saboree el momento, “Pichi” viajará a su casa, en O Grove. Lo hará con la satisfacción del deber cumplido, sabedor de que ha dado millones de pedaladas por una loable causa, la del “Camiño de Anduriña”.
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